Ducati fue fundada en Italia en 1926 como un fabricante de radios y otros componentes electrónicos. Su primera moto se vendió en 1946 y en los años 50 comenzó a producir modelos de competición con bastante éxito. En la década de los 60 y 70, produjo modelos de alto rendimiento, una opción que continuó en 1985 cuando fue adquirida por la empresa de motocicletas italiana Cagiva. Nada cambió cuando en 2011 se hizo con ella su actual propietario: el Grupo Volkswagen.
Un fabricante experto en motos de competición con un propietario muy interesado en la electrificación lo convirtieron en un candidato muy apropiado para que, en 2021, MotoE la seleccionase como suministrador exclusivo para esta competición eléctrica a partir de la temporada 2023 tras el anuncio de Energica de su retirada. A partir de ese momento, se sucedieron las noticias y los anuncios sobre la motocicleta eléctrica que la firma estaba desarrollando, para muchos, con la vista puesta en los próximos modelos de calle que se derivarían de ella, a pesar de que en el momento de realizar este anuncio, Ducati no tenía ninguna motocicleta eléctrica en su catálogo.
Pues bien, parece que, a pesar de este importante encargo y de la enorme inversión de Volkswagen en electrificación, Ducati finalmente no lanzará una motocicleta eléctrica de calle en los próximos años. En junio de 2021, presentó un primer prototipo de la moto que utilizarán todos los equipos de MotoE esta temporada. Pero Jason Chinnock, director ejecutivo de operaciones de Ducati en América del Norte, ha asegurado que la compañía aún tiene mucho trabajo por hacer para mejorar el rendimiento y la autonomía de su batería antes de que un modelo suyo aparezca en un concesionario.
“Van a pasar algunos años”, aseguró Chinnock a Bloomberg Television en una entrevista realizada el pasado jueves. «La tecnología de la batería realmente no existe». Su opinión no solo contrasta con la realidad de la casa matriz, con la electrificación de todas sus marcas en el sector de las cuatro ruedas. También lo hace con la de algunos de sus competidores, como Harley-Davidson que ya lanzó la LiveWire en 2019 y separó las actividades de su parte eléctrica a una nueva empresa independiente que adoptó el nombre de este primer modelo.
Al contrario que en el sector del automóvil, la electrificación está afectando a las motocicletas de una manera un tanto desigual. Así, por ejemplo, Honda ha anunciado su intención de lanzar al menos 10 modelos en todo el mundo para 2025, mientras que BMW Motorrad, hasta ahora, solo ha presentado motocicletas conceptuales.
Pero ahí no acaba todo. Como una de las cuatro marcas del grupo premium de Volkswagen que comparte recursos de investigación y producción, Ducati también está explorando combustibles alternativos y otras tecnologías para reducir su huella su carbono. Chinnock continúa la explicación sobre el retraso eléctrico de la firma asegurando que “no hay una motocicleta eléctrica de consumo directamente en desarrollo porque todavía es muy temprano”.
No es la primera vez que Ducati se distancia de la tecnología eléctrica por no cumplir con los requerimientos técnicos de las motos que fabrican. “Realmente va a hacer falta que la tecnología de baterías evolucione», aseguran. También han expresado la necesidad de que la red de recarga esté a la altura de las circunstancias, revelando así que quieren que sus motos eléctricas cuenten con tecnología de carga rápida. Todo debe evolucionar “hasta el punto de que tenga sentido para nosotros integrarlo, tanto por rendimiento, por autonomía y por peso”, afirmó, para concluir: “Todavía tiene que ser claramente una Ducati».
