Sergio Pérez trabajó como el escudero de Max Verstappen durante la temporada 2021, pero en 2022 quería estar luchando por el título mundial. Empezó bien la temporada, con los primeros podios y una victoria en Mónaco, pero finalmente no tuvo ninguna oportunidad contra el dominio del posterior bicampeón.
Pérez admitió que se sentía más cómodo en el RB18 al principio de la temporada y señaló a Red Bull de desarrollar deliberadamente el coche para adaptarse al fuerte estilo de conducción del eje delantero de Verstappen durante el año.
Esto fue rápidamente descartado por el equipo, que dijo que el aumento de la carga aerodinámica hacía que los estilos de conducción fueran indiscriminados, algo que Daniel Ricciardo podría contar después de sus desventuras con McLaren donde fue superado por Lando Norris.
«He tenido un muy buen comienzo de año, hemos tenido un problema técnico pero todo ha ido según lo previsto», afirma Pérez en declaraciones recogidas por MotorsportWeek.
«Al principio de la temporada tenía posibilidades de ganar el campeonato, pero después de un par de malas carreras mis posibilidades desaparecieron», recordó el mexicano sobre la mala racha de mitad de campaña cuando el balance comenzó a cambiar.
«Tenemos que trabajar en eso con el equipo. Tengo que hacer que la forma que tuve a principios de año sea más consistente y entonces podré luchar por el campeonato el año que viene si tenemos un coche tan bueno como este. Necesito terminar la temporada con un buen resultado para empezar la siguiente con fuerza», expresó Pérez, quien tiene en la mira el subcampeonato de la temporada 2022 contra Charles Leclerc al llegar a la última fecha en Abu Dhabi.
