Luego de un periodo de inactividad en Rusia, Toyota finalizar su producción en este país, aunque no dejará el mercado.
Toyota anunció el cierre total de su fábrica ubicada en San Petersburgo, Rusia, con lo cual sus vehículos se dejarán de producción definitivamente en el país europeo. Se mantendrán activos los concesionarios de la marca en Moscú para ofrecer los servicios de postventa.
En un primer momento las operaciones se suspendieron en marzo de año, a partir del estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania. Momento en el que no solo Toyota canceló su producción, sino otros fabricantes automotrices abandonaron el mercado inmediatamente.
Pasaron unos seis para que finalmente la matriz japonesa resolviera su situación en territorio ruso, optando por cerrar su planta y ponerla en venta. Hay que decir que durante este tiempo se mantuvo a la expectativa frente a las mejoras en el suministro de piezas, pero no ocurrió así.
La noticia que se dio a conocer de manera oficial en un comunicado de Toyota, resalta el interés que tuvo el fabricante en reactivar su línea de ensamblaje en San Petersburgo, pero las condiciones actuales terminaron por no jugar a favor.
Las operaciones de este centro comenzaron en 2005 y el primer modelo en salir de fábrica fue el Toyota Camry y en 2016 se sumó el SUV RAV4. Con una capacidad de producción de 100.000 vehículos al año, la mayoría se quedaba en el mercado local ruso.
Otras unidades se exportaban a países cercanos como Bielorrusia. Dentro de las reposiciones a las que se compromete la compañía con sus empleados están, la reubicación en otras empresas, capacitarlos y entregar apoyo financiero, además de otras obligaciones legales.
Si bien seguirá contando con presencia física en Moscú para apoyar a la red de minorista en la prestación del servicio a los clientes existentes en Rusia, tanto de Toyota y Lexus, se informa que estas operaciones serán reestructuradas. Todavía no se conocen detalles de la venta de la fábrica y posibles acreedores.
