Fiat no renunciará a hacer coches pequeños a pesar de la transición a la electromovilidad, que hace más difícil ofrecer vehículos asequibles por el elevado precio de las baterías.
La marca italiana tiene actualmente en el mercado el nuevo Fiat 500 eléctrico, que ofrece 180 kilómetros de autonomía desde 24.900 euros o bien 320 kilómetros a partir de 28.400 euros.
Fiat no es la única marca que se enfrenta a este reto. De hecho, Ford ya ha confirmado que el Fiat desaparecerá el año que viene cuando termine la generación actual.
El consejero delegado de Fiat, Olivier François, cree que esta transición es una oportunidad para la marca.
«En lo que estamos muy centrados es en hacer un coche A, un coche B y un coche C, pero con el motor, el chasis y la tecnología adecuados. Lo que los clientes quieran en cada momento. Coches pequeños, pero con un envoltorio inteligente», ha dicho a la revista inglesa Autocar.
«El hecho de que no haya ningún Fiesta ni ningún Polo en el horizonte es fantástico, porque es donde nosotros estamos y donde espera la gente que estemos. Si le pides a la gente que enumere las mejores marcas del segmento B, Fiat está entre las tres primeras».
«Tenemos que volver a dominar el segmento B y volver a dominar el segmento A. Sabemos por qué se van los demás y entendemos que es más difícil».
François remata que «la única forma de hacer eléctricos que den muchos beneficios es hacerlos súper premium, porque entonces camuflas el precio de las baterías en algo que ya de por sí es caro». De ahí que lo verdaderamente difícil sea hacerlos asequibles.
Fiat tiene en estos momentos el 500 eléctrico y entre los proyectos en desarrollo se rumorea que hay un nuevo Panda completamente eléctrico que podría entrar en el cuerpo a cuerpo con el Dacia Spring.
