La reunión anual de accionistas del Grupo Volkswagen celebrada el 10 de mayo en Berlín fue interrumpida por un grupo de activistas que consiguieron lanzar una torta, y que a punto estuvo de impactar contra el contra el presidente del Consejo de Administración del Grupo Volkswagen, Hans Dieter Pötsch.
El Grupo Volkswagen celebró el 10 de mayo en Berlín la reunión anual de accionistas, que fue interrumpida en varias ocasiones por activistas que se colaron en el evento y acabaron lanzando una tarta que casi impacta contra el presidente del Consejo de Administración del grupo, Hans Dieter Pötsch.
Pötsch consiguió esquivar un tortazo que, para su suerte, no se dirigió con demasiada puntería y apenas le alcanzaron unas migas del pastel. El objetivo del activista que efectuó el lanzamiento no era él, sino Wolfgang Porsche, presidente del Consejo de Supervisión de Porsche SE.
Otros cargos de la compañía también fueron interrumpidos con gritos y pancartas que piden, por un lado, que se acelere la electrificación para acabar con el daño producido por los combustibles fósiles, y, por el otro, que cesen las prácticas laborales abusivas que el socio de Volkswagen, SAIC Motor, estaría permitiendo en la región china de Uygur, en Xinjiang.
Fuera de las instalaciones había otros tantos simpatizantes de diversos grupos que luchan por los derechos humanos y en contra del cambio climático.
