Ferrari logró una primera ventaja en ambos campeonatos cuando Leclerc ganó dos de las tres primeras carreras, llevándose la victoria en Bahréin y en Australia.
Max Verstappen no pudo acabar ambas carreras debido a un problema con la bomba de combustible, mientras que su compañero de equipo en Red Bull, Sergio Pérez, también se retiró en Bahréin por el mismo problema.
Ferrari ya tenía dudas sobre aplicar órdenes de equipo para ayudar a Charles Leclerc en su lucha por el título antes del Gran Premio de Emilia Romagna en Imola, cuarta ronda de la temporada, el 24 de abril.
Pero Red Bull respondió a Ferrari en su casa, con la victoria de Verstappen ante Leclerc en la carrera sprint antes de que Pérez completara un doblete el domingo en una prueba en condiciones cambiantes de lluvia.
Eso marcaría la pauta para el resto de la temporada de Red Bull, que se hizo con los dos títulos por primera vez desde 2013, ganando 17 carreras mientras Verstappen se hacía con su segunda corona de pilotos a falta de cuatro citas.
Reflexionando sobre la batalla con Ferrari, Horner, jefe de Red Bull Racing, dijo que sentía que el equipo italiano «tenía un coche más rápido en la primera parte de la temporada», pero que Imola fue un punto de inflexión importante.
«Creo que fuimos capaces de mantenernos ahí cerca, y eso fue muy importante», dijo.
«Nuestro campeonato fue de 21 carreras, porque nos perdimos la primera por tener un doble abandono. Tuvimos que seguir luchando para estar con ellos».
«Para mí, uno de los fines de semana cruciales fue Imola con la carrera al sprint y luego la victoria. Ganar esas dos carreras, lograr el doblete final y vencer a Ferrari en su casa fue creo que psicológicamente algo grande para nosotros como equipo, y para ellos también».
«Desarrollamos el coche, lo mejoramos y redujimos un poco el peso, y entonces llegó la velocidad. El equipo ha estado fantástico este año».
Imola inició una secuencia de seis victorias consecutivas para Red Bull, que solo acabó con la de Carlos Sainz en el Gran Premio de Gran Bretaña a principios de julio, momento en el que Verstappen ya había logrado una ventaja de 43 puntos sobre Leclerc en el mundial.
Verstappen eligió Imola como el momento en el que empezó a pensar que el campeonato era posible, dejando atrás las dudas tras su segundo abandono en Australia.
«Fue increíble la forma en que nos recuperamos después de un fin de semana difícil en Australia cuando llegamos a Imola, el fin de semana que tuvimos», dijo Verstappen.
«Sabía que había mucho potencial, pero sabía que en ese momento teníamos mucho terreno que recuperar. Desde entonces, el coche no ha dejado de evolucionar en el sentido correcto, y poco a poco el monplaza también se ha ido haciendo más ligero. Eso ha estado bien».
«Hemos tenido muchos fines de semana increíbles como equipo desde entonces. Es difícil decir cuál fue el momento exacto, pero después de Imola confiaba en que teníamos una buena oportunidad de ganar».
