McLaren ha incluido en su Technology Centre, la sede del equipo, una escultura de broce dedicada a Niki Lauda.
La estatua de Lauda, de tamaño real, ha tomado posición junto a las de otros dos grandes campeones de McLaren: Ayrton Senna y Bruce McLaren, el fundador del equipo. Además, se ha situado en el espacio dedicado a la historia de la escudería donde se muestran los mejores coches y trofeos junto al hall de entrada.
Hace tres años que falleció el mítico campeón del mundo y también presidente no ejecutivo del equipo Mercedes de Fórmula 1 y los de Woking han querido rendir homenaje a la memoria del piloto que fue campeón con ellos al volante del mítico McLaren-TAG Porsche en 1984, que derrotó por medio punto a su compañero de equipo Alain Prost.
Un título muy especial porque se produjo tras el retorno de Lauda a la Fórmula 1. Fue después de un par de temporadas ausente del Gran Circo tras haberse bajado del coche después de los primeros entrenamientos de Canadá, sin concluir la temporada.
Niki Lauda, austríaco, fue campeón con Ferrari y McLaren. Sufrió un gravísimo accidente en Nürburgring en 1976 donde sólo el arrojo de algunos de sus compañeros le salvó la vida, ya que se adelantaron en las llamas de su Ferrari para rescatarlo.
Las quemaduras dejaron huellas de por vida en su cara y otras secuelas –más adelante debió sufrir un trasplante de riñón–, pero reapareció pronto para defender sus opciones al título. Un título al que renunció al dejar de correr en Fuji, la última carrera, porque juzgó las condiciones de lluvia inaceptables. Toda esta leyenda ha quedado reflejada en la película ‘Rush’.
