Red Bull consiguió el pasado fin de semana en Imola su primer doblete desde 2016. Christian Horner vivió las últimas vueltas de la carrera con bastante nerviosismo e incluso ha bromeado al decir que su pierna se movía más que el casco de Charles Leclerc, en referencia al ‘porpoising’.
Max Verstappen lideró el Gran Premio de la Emilia Romaña desde la salida y Sergio Pérez rodaba en la segunda posición, perseguido por Charles Leclerc. El piloto monegasco perdió el control de su monoplaza en la vuelta 53, pero esa situación tampoco tranquilizó a Honer.
El jefe de equipo de Red Bull reconoce que vivió las últimas vueltas de la carrera con mucho nerviosismo, incluso compara el movimiento de sus piernas con el ‘porpoising’ del Ferrari.
«Mi pie se movía más que el casco de Charles Leclerc«, ha bromeado Christian en el podcast F1 Nation.
«El problema de una carrera así es que en las últimas 10 o 15 vueltas sólo puedes perder. Luego hubo información sobre el tiempo que se esperaba y puedes ver que es fácil pisar con la rueda un piano mojado. Parece que esas últimas 10 o 15 vueltas son eternas, pero siempre es un alivio ver la bandera a cuadros«, ha comentado.
Red Bull demostró tener un coche muy competitivo durante todo el fin de semana, un paso por delante de Ferrari. El rendimiento de los de Milton Keynes también fue muy superior al de Mercedes, y en especial al de Lewis Hamilton, que tuvo una carrera realmente complicada. Sin embargo, Horner todavía no le descarta de la lucha por el campeonato.
«Lewis tuvo un fin de semana horrible, pero no ha olvidado cómo pilotar. Hace cinco carreras estaba luchando por el campeonato. Conseguirán arreglar ese coche y todavía puede ser un factor a tener en cuenta en este campeonato«, ha recordado.
«No subestimamos a ninguno de nuestros rivales y lo único que podemos hacer es centrarnos en nosotros mismos, intentar maximizar las oportunidades y asegurarnos de aprovecharlas», ha añadido Christian para cerrar.
