Carlos Sainz piensa en montar una nueva unidad de potencia este fin de semana en Imola, aunque no recurriría en sanción. El español puede cambiar el propulsor tras detectar problemas con el primero que llegó de Australia y por ende, desde mañana contaría con más frescura y además tendría un poco más de potencia que sus rivales más directos en territorio Ferrari.
Sainz tuvo un fin de semana muy complicado en Australia, en el que abandonó por primera vez como piloto de Ferrari y también puso fin a su racha de 17 carreras de forma consecutiva en los puntos. Tras dicho evento, el equipo de motores detectó un problema en la unidad de potencia del piloto español y por precaución consideran montar la segunda en Imola, según avanza el portal web italiano Formu1a.uno.
Ferrari tenía previsto introducir la segunda unidad de potencia de la temporada en Miami o España, en la que además estaba en sus planes incluir un extra de diez caballos tras realizar pequeños ajustes de fiabilidad. Sin embargo, en el lado del garaje de Sainz han tenido que adelantar su llegada y este fin de semana contará con un motor de combustión reforzado y más frescura en su conjunto con respecto a sus máximos rivales.
Este cambio de Imola no implicaría una sanción para el español.
Ferrari probará, llegado el caso, este nuevo motor mejorado desde los primeros entrenamientos libres. Este fin de semana se corre con el formato de sprint y la disputa de la clasificación tradicional se adelanta al viernes por la tarde, donde los coches entran desde ese momento en parque cerrado.
Por último, Ferrari no descarta recuperar la primera unidad de potencia de Sainz y utilizar la misma los viernes durante los entrenamientos libres o incluso para el GP de Mónaco si llegan a tiempo. Esto se debe a que la importancia del motor en el Principado es realmente pequeña y liberaría de hacer una carrera de más a la segunda.
