El Gran Premio de Mónaco, la prueba más glamurosa del calendario de Fórmula 1, está ‘amenazada’ este año por la tensión política en Francia, proveedor energético del Principado. Todo por la reforma de las pensiones, una medida impopular del Gobierno de Emmanuel Macron que lleva semanas generando protestas en el país.
La propuesta ‘abrazada’ por el presidente francés fue aprobada por el Senado de la nación en marzo, pero la presión popular previa al proyecto continúa tras la deliberación en la cámara legislativa, y ahora el deseo de sectores de la sociedad es la revocación de la reforma por parte del jefe del Ejecutivo.
En este sentido, la Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los mayores sindicatos de Francia, «amenazó» en un comunicado con interferir en los grandes acontecimientos de la región si la nueva ley de pensiones sigue adelante.
«Macron prometió 100 días para apaciguar, nosotros le prometimos 100 días de ira. En mayo, el festival de cine de Cannes, el GP de Mónaco, el torneo de Roland Garros (tenis) y el festival de Aviñón (artes) ¡podrían acabar a oscuras!», reza la nota.
La carrera de Montecarlo está programada para el 28 de mayo, y aparece en el calendario de F1 2023 como la octava prueba de esta temporada en la élite mundial del automovilismo.
La amenaza parece dirigida a reducir los servicios públicos en estos eventos, tal como le hicieron con el tema de la basura y el transporte en días pasados, situación que provocó malestar entre los habitantes, pero también entre los turistas de la región.
