Si hay un elemento que distingue a los Fórmula 1 de cualquier otra categoría, es la capacidad de frenada que tienen estos monoplazas. El agarre de los neumáticos, la potencia del motor, la aerodinámica y la tecnología de última generación, son características que, sumadas a un sistema de frenos casi perfecto, convierten a estos coches en los más veloces del mundo.
La importancia del sistema de frenado en los Fórmula 1
Es considerable la cantidad de tiempo y dinero que invierten los equipos y fabricantes de frenos para lograr mejores resultados en carrera. Pero son conscientes que la efectividad de frenado será determinante en los tiempos de vuelta de un piloto. Un tiempo de frenada de un Fórmula es alrededor de 3 segundos de 186mph a 0 mph.
El frenado es un elemento definitorio en la fase de curvas para un coche de Fórmula 1. Si el monoplaza no reduce la velocidad en el punto correcto y con la presión adecuada en el pedal, comprometerá los demás pasos de giro: llegar al vértice, tomar la línea correcta, llevar la velocidad óptima a través de la curva, bajar la potencia, salir y volver hacer este procedimiento en todos esos tramos durante más de 50 vueltas. La precisión al pasar por estos trayectos puede cambiar la posición de un piloto en la carrera.
¿Cómo funcionan los frenos en un monoplaza?
Frenos delanteros
El sistema de frenos en esta categoría cumple la misma función que la desarrollada para un auto común de calle. Son frenos de disco incorporados en las cuatro ruedas del Fórmula 1. Cuando el piloto pisa el pedal, aplica presión hidráulica a la pinza de freno, lo que hace que las pastillas compriman el disco. La fricción generada entre las pastillas y el disco detiene el coche, y el calor que produce dicho proceso es disipado por el disco y la pinza de freno.
Frenos traseros
Hay tres tipos de frenado en la parte trasera, estos son: frenos de disco, frenado del motor, frenado eléctrico, posible por la recolección de energía del motor híbrido que tienen estos monoplazas. Estos tres sistemas funcionan de manera simultánea cuando el piloto pisa el pedal de freno. Pero a través del volante, el conductor regula de forma independiente cuál actúa más y lo adapta a su estilo de manejo.
La presión del fluido que se genera en el circuito de frenado trasero, es captada por un sensor de presión electrónico. La señal de este sensor representa la demanda general de frenado trasero del conductor y se pasa a la Unidad de Control Electrónico, donde envía una serie de comandos para frenar las ruedas traseras.
El mecanismo de frenado en la cola de los monoplazas de Fórmula 1 es mucho más complejo, debido a que incorpora distintas técnicas. Por ello, requiere más seguridad y rendimiento. Manejar a altas velocidades durante gran cantidad de millas produce mucho desgaste en los frenos, razón por la cual se aplican las mejores tecnologías.
Resistencias a altas temperaturas
Las temperaturas máximas para los discos de freno pueden alcanzar más de 1.800 °F. Los de carbono manejan fácilmente estas temperaturas. Sin embargo, una falla por desgaste u otro problema, ocasionará que dejen de funcionar correctamente y afectará el rendimiento de la frenada. El enfriamiento es esencial para estos frenos, por ello tienen más de mil orificios en los laterales del disco para maximizar el área de superficie de refrigeración por aire. Las rectas del circuito son el mejor momento para que esto ocurra.
¿Por qué las ruedas se bloquean cuando se frena al máximo en una curva?
Cuando una de las ruedas se bloquea, sale humo blanco producto del roce del neumático con el asfalto. Esto es un problema para el piloto por el desgaste que genera esta acción. El bloqueo sucede porque los autos de Fórmula 1 no tienen sistema ABS (sistema antibloqueo de frenos). Aunque representa una desventaja en temas de seguridad, es una forma de llevar el monoplaza al límite.
Los frenos continuarán en evolución mientras la Fórmula 1 siga invirtiendo en tecnología. Cada vez los autos son más veloces y eso demanda desarrollo constante de todos los elementos que componen el monoplaza.
