Ferrari siempre provoca emociones muy fuertes en los aficionados y las expectativas del equipo de Maranello son siempre muy altas, más aún cuando, tras dos años de profunda crisis, la Scuderia ha dado claras muestras de recuperación.
El sensacional inicio de temporada hizo pensar que la marca del Cavallino Rampante podría luchar por los dos campeonatos mundiales: el de pilotos y el de constructores. El F1-75 nació bien, proponiendo un concepto aerodinámico propio que, junto con el del Red Bull RB18, está liderando el camino. Y la pareja de pilotos está considerada como una de las más competitivas del panorama, por lo que había y hay todas las condiciones para apuntar alto, muy alto con Charles Leclerc y Carlos Sainz.
Mattia Binotto, director de equipo de Ferrari, en su discurso en el Festival dello Sport editado por la Gazzetta dello Sport, no traicionó su papel. El ingeniero de Reggio Emilia es el ‘pararrayos’ de la Gestione Sportiva porque es el que siempre pone la cara, convirtiéndose en el ‘regulador’ de un sistema sometido a una enorme presión, con monstruosos altibajos que pueden provocar subidas y bajadas.
Su tono de voz, siempre tranquilo y monótono, es un estabilizador de un sistema en constante agitación. En vísperas del GP de Singapur se puede decir que el balance de Ferrari es corto, el coche rojo merecía más de lo que recogió en la pista, pero el Mundial de 2022 ha mostrado las estrías de un equipo que aún no está lo suficientemente maduro como para iniciar un ciclo de éxitos: los repetidos errores en las estrategias, los fallos de motor por falta de fiabilidad y algunas meteduras de pata de los pilotos han sacado a la Scuderia de la lucha por el campeonato.
Binotto es un director exigente, pero mima a sus conductores. Al preguntarle qué más espera de Leclerc y Sainz, respondió: «Más victorias. Lo repito una y otra vez: tenemos la mejor pareja de la F1. Se llevan muy bien entre ellos y por la forma en que se ayudan mutuamente ayudan a que el equipo crezca».
«Cuando hablamos el viernes y el sábado después de las sesiones sobre lo que siente uno u otro, hay un intercambio abierto y honesto. Ambos saben que mejorar nuestro coche y nuestro equipo significa crecer para vencer a los demás».
