Con una amplia experiencia en convertir autos clásicos en modernos eléctricos, ahora Electrogenic agarró al icónico Rolls-Royce Phantom II de 1929 y sustituyó su motor a gasolina de seis cilindros en línea y 7,7 litros, por un tren motriz ‘cero emisiones’ cuatro veces más potente.
Además, la compañía británica instaló una batería de 93 kWh capaz de generar una autonomía de hasta 240 kilómetros por carga completa. Es más, la caja de cambios manual original de cuatro velocidades no sincronizada, también la dejó a un lado.
Por eso, Electrogenic creó una transmisión directa de una sola velocidad a medida, y por si fuera poco, realizó un escaneado en 3D del auto para determinar cómo configurar las celdas de la batería y encajarlas en el espacio disponible.
Rolls-Royce Phantom II: ahora es eléctrico
Aún con su auténtico diseño original, este icónico Rolls-Royce Phantom II ahora es tan eficiente como cualquier vehículo eléctrico nuevo, gracias al tren motriz ‘cero emisiones’ que alcanza 200 caballos de potencia y 310 Nm de torque.
Mientras la compañía eliminaba las partes llenas de aceite, la estructura del modelo permaneció inalterada. También, realizó modificaciones en el sistema de los frenos, la ubicación original del pedal y las palancas de freno, donde ahora se encuentra el paquete de baterías.
Para lograrlo, el equipo tuvo que diseñar un nuevo sistema de freno reubicando las palancas y los cables. Además, instaló un nuevo pedal para accionar los frenos y un sistema hidráulico entre el pedal y los actuadores de cable originales.
En todo caso, estas modernas e importantes modificaciones se convierten en una forma de darles una ‘segunda oportunidad’ a los verdaderos clásicos, como este Rolls-Royce Phantom II de 1929.
