Este sistema permite detectar grietas en la integridad de las baterías

0
370
bateria

La implementación del coche eléctrico acarrea la existencia de nuevas formas de peligro, como pueden ser los incendios eléctricos derivados de perforaciones en la batería. Continental ha trabajado en este aspecto con el desarrollo de un sistema capaz de detectar fallos estructurales en la batería derivados de golpes y roces en los bajos del vehículo.

Uno de los principales problemas potenciales de las baterías actuales generalizadas, las denominadas de iones de litio, es su tendencia a incendiarse debido a la reacción química resultante en caso de que se perfore y sus componentes queden expuestos a la atmósfera.

Por suerte, éste es el caso más extremo, propenso únicamente en caso de accidente grave con daños estructurales del vehículo. Sin embargo no es menos cierto que la batería, al ir colocada bajo el piso, está expuesta a los golpes y roces de piedras, badenes y demás suciedad que pueden inutilizar en cierta manera ciertos componentes de la batería.

En esta tesitura, Continental, conocido fabricante de neumáticos, ha desarrollado un sensor de impactos para baterías –denominado como BID por sus siglas en inglés– que permite al conductor estar informado de si sucede algún golpe grave en esa zona y los daños generados.

Estos sensores incorporados a la batería derivan en su naturaleza de los utilizados en los sistemas de protección de peatones, consistentes en un tubo de silicona relleno de aire y sensible a la presión. Cuando algo golpea los bajos del coche es capaz de detectar el grado de violencia del impacto y, si es lo suficientemente alto, avisa tanto al conductor como a la unidad de control de la batería, capaz ésta última de deshabilitar las celdas de la zona afectada para evitar las fugas y posibles incendios.

El sistema podrá también actuar de manera activa en las funciones del coche. En caso, por ejemplo, de detectar gran cantidad de impactos, se podría enviar una señal al ordenador central para que envíe una orden de elevar la carrocería si se cuenta con suspensión activa.

En los automóviles actualmente a la venta, la zona baja de la batería va protegida por una plancha de acero para protegerla ante incidentes como éstos, del mismo modo que los vehículos todoterreno suelen contar con un cubrecárter para protegerse en terrenos abruptos. En este control de la zona, Continental asegura que se podría disminuir la protección exhaustiva de la zona y reducir el peso de este elemento hasta en un 50%.

En otro orden de cosas, la misma empresa ha comenzado a desarrollar un módulo de sensor de corriente –de nuevo, denominado CSM por sus siglas en inglés– con el fin de preservar en la medida de lo posible la duración de la batería con el paso del tiempo y los kilómetros y, por ende, una autonomía de al menos el 80% con respecto de la capacidad original durante los primeros ocho años de uso, que suele ser lo que ofrecen la mayoría de los fabricantes actuales como garantía.

Por lo general, la degradación media de las baterías sigue un patrón de un 2,3% durante los primeros cinco años de vida, a partir de los cuales este valor se acrecienta. El cometido de este módulo es controlar los parámetros que aseguran una degradación adecuada, como la temperatura o la corriente, siendo éste capaz de desconectar la batería en caso necesario.

Continental ha asegurado que ya ha llegado a un acuerdo con un gran fabricante para integrar este módulo en un eléctrico ‘de última generación’, aunque no ha revelado la identidad del mismo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí