El actor Leonardo DiCaprio cuenta con una imperial caravana hecha a partir de un tráiler que, a pesar de su rudimentario aspecto exterior, encierra dentro de sí una lujosa vivienda que bien puede ser el sueño de cualquier mortal común.
Dicen que le dinero no da la felicidad, pero desde luego que ayuda a alcanzarla. Un servidor, desde luego, no recuerda haber visto a nadie al volante de un Ferrari o un Lamborghini con una expresión facial más propia de un velatorio. Pero no, hoy no vamos a hablar de coches de altos vuelos. Sino de una caravana. De lujo, sí, y propiedad del actor Leonardo DiCaprio.
Nada más y nada menos que 1,3 millones de euros se ha gastado el protagonista de Titanic o El Lobo de Wall Street, según Esquire, para contar con esta casa con ruedas para lo que sea menester. A la vista está que no es una autocaravana al uso, sino un tráiler de 16 metros totalmente transformado para que DiCaprio y sus acompañantes viajen sin echar de menos el domicilio habitual.
La apariencia exterior del camión es relativamente normal. Tan sólo el color dorado puede llamar la atención más de lo habitual. Lo verdaderamente interesante está en el interior, donde se pueden ver detalles como un comedor completo, una sala de estar, una cocina hecha de mármol y granito y una barra de bar. Puestos a completar la obra, uno puede echar en falta una discoteca, ¿no?
Bromas aparte, además de lo completo del interior de esta peculiar caravana, hay que comentar los materiales elegidos para su fabricación. Por ejemplo, la ducha tiene unas paredes hechas con vidrio artesanal reciclado. Sólo esta parte le ha costado a DiCaprio más de 40.000 euros. Con ese dinero uno se puede comprar un buen compacto deportivo y aún tener de sobra para disfrutar en uno o varios track days.
Desconocemos los datos técnicos de la cabeza tractora que completa esta obra de lujo, pero seguramente es lo último que le importó al bueno de Leonardo cuando decidió invertir tal suma de dinero en ella. Que la disfrute, y sobre todo que alargue su carrera en el mundo del cine para que el resto de la humanidad, aún sin una caravana así, tengamos opción a seguir degustando su buen hacer en el mundo del séptimo arte.
