El Foro Económico Mundial, FEM, en su reciente informe ‘La herramienta de puntuación de la movilidad urbana: Evaluación comparativa de la transición hacia una movilidad urbana sostenible’, propuso la eliminación del 75% del parque automotor mundial.
Así las cosas, antes del 2050 se tendría que eliminar el porcentaje anteriormente nombrado de carros del mundo. El objetivo con esta intención es frenar el cambio climático.
Esta medida se une a las ya planteadas por el FEM en los últimos años. De acuerdo con estimaciones, en 2050 alrededor del 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas. Por lo que el abandono de las áreas rurales es inminente.
Esta migración supone un aumento de la presión urbanística y todo un desafío para la gestión de la masa poblacional. En tal sentido, el aumento de la población será directamente proporcional al aumento de desplazamientos.
De lo anterior, se plantea la idea del FEM para buscar una soluciones radicales en cuanto al cambio climático. Y es que lo que busca este organismo es que las ciudades sean lugares sostenibles, saludables y prósperos. De tal modo que, se debería eliminar el 75% de los vehículos privados.
El propósito con esta propuesta es evitar que se viertan a la atmósfera hasta 4.600 millones de toneladas de dióxido de carbono. Además, para el FEM, los vehículos eléctricos no son suficientes para mitigar el cambio climático.
“Sólo si la electrificación se combina con un cambio hacia la movilidad compartida podrán las ciudades lograr las reducciones de emisiones necesarias. Abordando, al mismo tiempo, problemas más amplios de congestión, salud y otros”, ha dicho en reiteradas ocasiones.
Según lo que ha indicado el Foro Económico Mundial, la movilidad compartida es esencial para el futuro. Así mismo, ha manifestado que la intención es que un ciudadano del común no tenga vehículo propio y si lo tiene que sea eléctrico.
A esto se suma que, no es posible construir autos eléctricos para toda la población, debido a sus materiales. Además, analizando la enmienda Ferrari, esta excluye a los carros de gran potencia y producción limitada de las restricciones en motores de combustión.
Todo lo anterior quiere decir que, solamente aquellos que tengan las rentas más altas tendrán los vehículos más contaminantes y potentes; unos pocos accederán a eléctricos y los demás deberán compartir.
