La invasión rusa de Ucrania y la consecuente escalada sin fin del precio de los carburantes ha propiciado que Tesla registre un incremento de la demanda de coches eléctricos sin precedentes, según información de Electrek.
Las ventas de eléctricos se han doblado en la última semana en algunas zonas de Estados Unidos, justo cuando el precio de la gasolina y el Diesel alcanza máximos históricos que agudizan los beneficios de usar un vehículo eléctrico para el día a día.
Estos nuevos compradores tendrán que tener un poco de paciencia para recibir su nuevo coche, porque la lista de espera del Model 3 llega hasta julio y la del Model Y hasta septiembre. La entrada en funcionamiento de la factoría de Texas podría agilizar los plazos.
El incremento de precios de la gasolina y el Diesel es generalizado por la compleja situación geopolítica. España vive en máximos históricos: la gasolina 95 cuesta 1,855 euros el litro y la gasolina 98 se sitúa en 1,998 euros. El gasóleo A cuesta 1,826 euros, el A+ 1,915 euros y el B 1,352.
Este incremento de la demanda coincide con un momento de expansión para Tesla, que entregó prácticamente un millón de coches en todo el mundo en el año 2021 y que para este ejercicio se ha marcado el objetivo de alcanzar el millón y medio de unidades.
El quid de la cuestión es la capacidad de Tesla para aumentar el número de unidades producidas, porque la demanda supera la capacidad de sus fábricas y la clave de la cuestión es si éstas pueden reaccionar a tiempo para dar respuesta.
De hecho, éste es uno de los motivos por los que Elon Musk dijo hace unos meses que Tesla «venderá todos los coches que pueda fabricar».
La invasión rusa de Ucrania sí puede propiciar que algunos conductores aceleren la adopción del coche eléctrico como una alternativa más económica a la tradicional, dado que el coste de la electricidad es menor que el de la gasolina y el Diesel.
