La primera versión totalmente eléctrica del Land Rover Defender llegará a los concesionarios en 2026 de la mano del restyling de la actual generación del modelo.
La presentación del Land Rover Defender eléctrico se producirá, no obstante, en 2025, siempre y cuando no haya una modificación en la hoja de ruta de la marca. Se sabe además que el famoso 4×4 cambiará la plataforma sobre la que se edifica. De la actual D7 Premium pasará a utilizar la MLA Flex de Land Rover. Esta arquitectura ya se emplea en el Range Rover y el Range Rover Sport, que más adelante contarán con versiones de baterías.
A pesar de un cambio de calado como es el de la plataforma sobre la que se construye el modelo, la versión eléctrica llegará de la mano del restyling de la actual versión y no como una nueva generación. Estéticamente no se esperan modificaciones dramáticas en el Land Rover Defender. Tampoco en un interior que recibió muy buena crítica a su llegada, aunque sí se supone que presentará mejoras en puntos clave hoy en día como el sistema multimedia o el entramado digital.
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los ingenieros de Land Rover durante el desarrollo del Defender eléctrico es la entrega de potencia. El software y la vectorización del par son dos de las claves de cuya configuración dependerá la capacidad todoterreno real del vehículo. Fuentes internacionales aseguran que desde el seno del fabricante son optimistas al respecto.
Lógicamente no hay detalles técnicos confirmados del Land Rover Defender eléctrico, pero sí aproximaciones. Por ejemplo, la batería rondará los 100 kilovatios hora de capacidad, lo que se traducirá en una autonomía de unos 500 kilómetros. Además, al tener un suelo totalmente plano debido a las características de un motor eléctrico su distancia al suelo debe crecer ligeramente, lo que irá en beneficio de los ángulos de entrada, ventral y salida, tan a tener en cuenta en el mundo ‘off-road’.
