Tras una revisión de 80 millones de euros realizada al circuito, destinada a mejorar la seguridad tanto de los coches como para el regreso de las carreras de motos, la pista de F1 está preparada para ofrecer una sensación diferente a pilotos y equipos.
Si bien algunos de los cambios, como el reperfilado de las barreras de seguridad en Raidillon, no supondrán una diferencia en el rendimiento en pista, habrá que hacer algunos reajustes en las zonas que han sido reasfaltadas y donde han cambiado las trampas de grava.
Como dijo el jefe de Pirelli para la F1, Mario Isola: «Este año Spa ha sufrido algunos de los mayores cambios que hemos visto desde que empezamos a ir allí en la era moderna de la Fórmula 1».
«Además de un nuevo asfalto en cinco curvas, hay algunas nuevas trampas de grava en cuatro curvas, que están mucho más cerca del lado de la pista».
«Los pilotos tendrán que prestar más atención a los límites de la pista, y también hay una mayor posibilidad de que la grava sea arrastrada a la superficie. Sin embargo, la naturaleza épica de Spa permanece inalterada, con todos los retos tradicionales que hacen que el circuito sea tan emocionante».
Mientras que la mayoría de los equipos sólo descubrirán el impacto de los cambios en el reasfaltado y las salidas de pista este fin de semana, se ha sabido que Red Bull ya ha conseguido su primera muestra de los ajustes para una promoción.
