Ferrari ha tenido que claudicar y aceptar que Red Bull sea considerada como ‘nuevo motorista’ en 2026. Esta aceptación conlleva que los de Milton Keynes tengan un extra de presupuesto —25 millones anuales— y de horas de banco de pruebas durante este 2023 y los dos años siguientes.
Desde Maranello hubo una firme oposición a esta pretensión de Red Bull, al considerar que podrían beneficiarse de la experiencia de Honda. Y se habían negado a firmar su adhesión. Cosa que si han hecho Red Bull, Mercedes, Audi, Honda —aunque todavía no ha confirmado si entrará o no en el campeonato— y finalmente Renault, que inicialmente también había mostrado reticencias.
Finalmente, Honda ha anunciado su interés por la categoría y Red Bull que seguiría su plan en solitario. Ambas partes, además, modificaron sus acuerdos para el periodo 2023-2025 y será Honda quien cuidará de los motores actuales en lugar de hacerlo desde Red Bull PowerTrains, como estaba inicialmente previsto, aunque oficialmente los motores se denominan Honda RBPT.
Ello dejaba a los de Maranello en una posición un tanto difícil de defender, pero según el medio italiano Corriere dello Sport, Ferrari podría haber obtenido algunas interesantes contrapartidas y habrían formalizado su solicitud. En varias ocasiones, los rojos habían dicho que no iban a firmar hasta que se aclararan algunos puntos de las reglas.
Según explica Franco Nugnes, Ferrari habría obtenido algunas contrapartidas. Una de ellos sería que se rechazase la propuesta de Audi de prohibir técnicas de construcción con impresión 3D para componentes estructurales, como bloque motor y culatas. Ferrari está comenzando a usar esta tecnología no sólo en competición sino para sus coches de serie en lugar de la fundición.
Muy bien pudiera ser que Ferrari, como ha hecho en otras ocasiones, presionara en un sentido para obtener beneficios o concesiones en otros apartados.
