Además de la reaparición de Mercedes en la zona alta de la parrilla, la otra sorpresa de la clasificación del GP de Australia ha sido el contratiempo de Sergio Pérez en la Q1.
El de Guadalajara sufrió bastante en la tercera sesión de entrenamientos libres. Le vimos ‘de excursión’ por la grava varias veces a consecuencia de bloquear los neumáticos delanteros. Aparentemente, el equipo iba a investigar el problema antes de la clasificación para evitar más sustos, pero evidentemente no encontraron solución.
«Tuvimos un pequeño problema técnico en los Libres 3 y pensamos que lo habíamos solucionado, pero obviamente no lo hicimos. Fue muy difícil salvar la situación, me convertí en un pasajero tan pronto como toqué el freno», ha señalado ‘Checo’.
Los problemas de fiabilidad afectaron fuertemente a Red Bull a principios de la temporada pasada. Este año, en Baréin no ocurrió nada pero, en Yeda hace dos semanas, Max Verstappen rompió un palier en clasificación. Pérez está seguro de que el percance de hoy es debido a un fallo relacionado con los frenos, pero aún así es optimista y confía en poder solventarlo para mañana.
«Es algo que está moviendo el equilibrio de los frenos bastante hacia delante al frenar y sólo espero que podamos arreglarlo mañana para poder competir y minimizar el daño. Confío totalmente en mi equipo y sé que podremos superar este problema para así tener un ritmo de carrera fuerte», ha añadido.
El jefe de equipo de la escudería, Christian Horner, también ha hablado acerca del incidente de Pérez en clasificación. Admite que «ha tenido un día horrible» y enseguida supo que debía tratarse de un problema, ya que «presionó bastante y desafortunadamente se topó con la grava».
Mañana será un día complicado para Red Bull en lo que respecta al garaje de ‘Checo’. La remontada no será fácil en un circuito donde es difícil adelantar, pero aún así, cualquier cosa puede pasar y además hay que tener en cuenta que su monoplaza es el más rápido de la parrilla.
