El veredicto de Miami es claro: Red Bull está por delante de Ferrari, aunque los rojos coparan la primera línea. Los números de Max Verstappen en las cinco primeras carreras también son claros: ha cruzado la meta en tres ocasiones que han sido otras tantas victorias; en los otros Grandes Premios la fiabilidad le ha jugado una mala pasada.
La diferencia no es mucha, pero se ha invertido la situación de los primeros Grandes Premios. Mientras Ferrari se ha centrado en conocer mejor y optimizar lo que tenían, limitándose a algunas mejoras puntuales, en Red Bull han introducido las primeras evoluciones sin pausa.
Incluso antes de comenzar la temporada se dijo que este año veremos una carrera de ‘evolución’ que marcará el resultado final del campeonato. Se estrena un nuevo reglamento con muchas cosas por conocer y por tanto con un amplio margen de mejora y evolución. El título se jugará, quizás más que nunca, en las oficinas técnicas, en las simulaciones y el túnel de viento. Quien sea capaz de evolucionar mejor, tendrá mucho ganado.
Y en esta batalla de desarrollo se invocó a la experiencia de Red Bull en estos últimos años, sobre todo los dos últimos, mientras que Ferrari ha tenido que centrarse en otros frentes. En otras palabras, se otorga más capacidad de reacción a los austríacos.
Quizás por eso Ferrari ha esperado para introducir su primer gran paquete de mejoras a conocer el potencial real del coche, para estar seguros de no errar el camino. Los errores este año se pagan doble: en el tiempo invertido y en el presupuesto desaparecido. Y si esto último era un factor menos importante, en 2022, con el ‘techo presupuestario’ pesando como una losa sobre las cabezas de los técnicos, se ha vuelto importante.
Tan importante que Mattia Binotto ya ha dicho que habrá que ver si red Bull puede mantener este ritmo. «Habrá un momento en que tendrá que frenarlo», dijo, convencido de que no podrán seguir este ritmo de gasto sin superar el límite o no entenderá cómo lo consiguen.
Pero a la vez Binotto ha dicho que ahora les llega el turno a ellos de incorporar desarrollos y que la diferencia no es tanta. «Somos más rápidos en clasificación y ellos quizás lo son en ritmo de carrera. Estamos muy igualados», ha dicho el ‘team principal’ de la Scuderia.
Está claro que Red Bull tiene una ventaja fundamental: la mayor velocidad punta de sus coches, que les facilita el adelantar y que incluso les permite defenderse bien de los Ferrari aunque estos puedan hacer uso del DRS en su ataque. Éste es un punto importante, clave, para el desarrollo de los rojos.
El gran paquete que se introducirá en Barcelona será clave para el futuro del campeonato. Si los de Maranello aciertan, pueden fácilmente invertir la situación. Algo importante, sobre todo porque Mónaco podría ser ‘feudo rojo’ esta vez dado que son muy eficaces en curva lenta.
Así que este año lo importante no es sólo en qué gastar, sino cuándo hacerlo. Hay que elegir dónde está el límite de la evolución para no desequilibrar el coche y obligar a evolucionar en otra área para encontrar el equilibrio justo.
Quizás por ello lo importante no está tanto en fijarse en lo que los otros hacen sino en lo que uno puede hacer con lo que tiene.
