La firma de Múnich continúa con sus planes de lanzar su nueva generación de coches eléctricos en el año 2025. Estos estarán asentados sobre la nueva plataforma específica a la que denominan ‘Neue Klasse’. Ahora, apenas dos años antes de dicho lanzamiento, la marca sigue moviendo fichas para que todo esté a punto y, por ello, han destinado 800 millones de euros para la preparación de su factoría mejicana de San Luis Potosí.
Esta no ha sido la primera gran inversión que ha realizado al respecto. El pasado mes de octubre, la firma alemana, ya concedió un total de 1,7 mil millones de dólares para la expansión de su fábrica estadounidense de Startanburg, donde actualmente se ensamblan la mayoría de modelos de corte SUV. Esta inversión se llevó a cabo con la idea principal de incrementar la producción de vehículos eléctricos allí.
Del total atribuido para la factoría asentada en Méjico, BMW destinará un total de 500 millones de euros para un nuevo centro de montaje de baterías de alta tensión para vehículos eléctricos. Se llevará a cabo en una instalación de 85.000 metros cuadrados, con un total de 3.500 puestos laborales. Entre sus novedades, la planta se actualizará bajo los cánones de BMW iFactory, en los que se regirán bajo el paraguas de la flexibilidad laboral para sus trabajadores, métodos de fabricación ecológicos, ahorro y reciclaje de recursos y digitalización. Todo ello, con la idea de alcanzar el ansiado título de marca neta en emisiones de carbono.
No obstante, aunque BMW haya hecho un gran aporte para esta factoría mejicana, lo cierto es que en sus instalaciones no comenzarán a producirse modelos eléctricos hasta bien entrado el año 2027, a lo cual se destinarán los otros 300 millones de dólares restantes. De esta manera, quedará inicialmente como factoría de baterías y otros componentes principales durante la primera etapa de vida de los ‘Neue Klasse’. Los primeros coches eléctricos de este tipo se producirán inicialmente en Debrecen, Hungría, en 2025, y posteriormente se ampliará a la planta principal de Múnich.
Las baterías de nuevo formato para sus coches eléctricos serán de iones de litio y de tipo cilíndrico. Según la propia firma, lograrán un aumento en la densidad energética en más de un 20% con respecto a las actuales, así como una mayor velocidad en la recarga y un 30% más de autonomía eléctrica. Por otro lado, su producción reducirá un 60% las emisiones producidas hasta ahora en la misma labor.
Desde BMW aspiran a obtener una cuota de venta en 2030 que se componga del 50% de vehículos totalmente eléctricos, algo que esperan que pueda suceder incluso antes. Para ello tendrá un fuerte protagonismo los nuevos modelos ‘Neue Klasse’, así como la tecnología que estos integrarán en todo tipo de términos, como en el info-entretenimiento, por ejemplo. Todo ello para alcanzar el hito de ser la referencia del sector de los coches eléctricos.
