Hace siete años, la compañía Tesla difundió un video donde aparentemente promocionaba los avances tecnológicos alcanzados hasta ese momento con respecto a la conducción autónoma de unos de sus vehículos.
En la grabación, actualmente archivada en el sitio web de la armadora estadounidense, se observa cómo el Model X recorre las calles de la ciudad con un conductor abordo, pero sin que presuntamente éste asuma el control de la unidad, pues sus manos en todo momento se ubican debajo del volante.
“La persona en el asiento del conductor sólo está allí por razones legales. Él no está haciendo nada. El automóvil se conduce solo”, afirmaba una leyenda de texto previo a que comenzará a fluir el video lanzado al mercado consumidor en 2016.
De hecho, el propio Elon Musk, fundador de la compañía, fue el encargado de compartió el video a través de su cuenta Twitter con la leyenda: “Tesla se conduce solo (sin intervención humana)”.
“Al buscar estacionamiento, el automóvil lee las señales para ver si está permitido estacionar allí, por lo que se saltó el lugar para discapacitados”, afirmaba el magnate sudafricano en un mensaje posterior.
El punto controversial de dicha producción es que ahora un directivo de la propia multinacional automotriz pone en tela de juicio las características adjudicadas al vehículo proyectado durante meses a millones de personas en el mundo, quienes ingenuamente creyeron el cuento de que Tesla había dominado a la autonomía.
Dicha declaración fue emitida el año pasado, pero está tratando de ser utilizada como evidencia en una demanda entablada en contra de la compañía de Musk luego de un accidente automovilístico en que se vio envuelto Walter Huang, exingeniero de Apple.
De acuerdo con la transcripción del testimonio presentado por Ashok Elluswamy, el objetivo del video “fue para retratar lo que era posible construir en el sistema” y “no para representar con precisión lo que estaba disponible para los clientes en 2016”.
Al margen de lo que se aprecia en el video, existen informes donde se menciona que Tesla predeterminó la ruta de viaje del vehículo, pero además hay indicios que comprobarían que el conductor sí intervino para controlarlo.
Asimismo, llama la atención el hecho de que el Tesla Model X se estrelló contra una valla en un estacionamiento durante sus intentos por aparcar sin la asistencia del conductor.
