Durante años, ingresar o salir del aeropuerto Jorge Chávez implicaba enfrentar embotellamientos, calles en mal estado e infraestructuras insuficientes. El tramo entre la avenida Morales Duárez y el terminal aéreo, vital para miles de personas a diario, se convirtió en un reflejo del rezago urbano que padecía el Callao. Esta situación comenzará a cambiar con el nuevo proyecto vial Santa Rosa, una obra clave que acompañará el crecimiento del renovado aeropuerto internacional.
Con la construcción del nuevo terminal aéreo en marcha blanca, diversas inversiones buscan renovar completamente su entorno. Una de las más ambiciosas es el intercambio vial Santa Rosa, cuya adjudicación ya se concretó y que iniciará obras en el primer trimestre de 2026. El proyecto conectará directamente la avenida Morales Duárez con la vía expresa Santa Rosa y, desde allí, con la Costa Verde, facilitando el tránsito entre el aeropuerto, el puerto y zonas urbanas de Lima y Callao.
El programa Panorama presentó por primera vez los detalles del proyecto, que contempla un puente principal de 67 metros de longitud, pasos a desnivel, rampas de acceso y un puente peatonal. La obra demandará más de 130 millones de dólares y generará 500 empleos directos durante su ejecución.
Infraestructura pensada para durar hasta el 2048
El equipo técnico del PMO Díaz, a cargo de la supervisión, indicó que los estudios del proyecto se actualizaron para garantizar un servicio óptimo por al menos dos décadas. La infraestructura soportará tránsito pesado proveniente del puerto, transporte urbano y vehículos particulares. “Esta solución no es solo un puente, es una integración urbana completa”, precisaron los encargados.
Las obras se extenderán hasta el primer trimestre del 2028. Además del viaducto principal, se construirá un enrocado de 3.5 kilómetros a lo largo del cauce del río Rímac como medida de protección ribereña, frente a posibles desbordes y el desgaste estructural. Esta intervención busca prevenir escenarios de emergencia similares a los vividos en años recientes por el fenómeno de El Niño.
El plan también incluye mejoras a la conectividad de Morales Duárez con la avenida Argentina y un puente sobre el río Rímac. Todo esto busca garantizar un flujo más ordenado y seguro en un entorno donde el caos vehicular ha sido la norma.
Rampas, pasos a desnivel y zonas peatonales
Los ingenieros detallaron que el diseño incluye dos carriles para vehículos que ingresen desde Morales Duárez y otros dos desde la vía expresa Santa Rosa. “De igual manera, habrá cuatro carriles de salida hacia diferentes destinos urbanos”, añadieron. Morales Duárez pasará por debajo de la estructura principal, permitiendo el flujo vehicular sin interrupciones, algo inédito en esta zona.
Uno de los componentes más novedosos será el acceso peatonal. Aunque hoy no existe conexión segura a pie, el proyecto incorpora puentes laterales con espacios exclusivos para peatones y ciclistas, permitiendo el tránsito directo desde los barrios del Callao al aeropuerto. Esta mejora responde a la necesidad de promover medios de transporte sostenibles y seguros en un entorno densamente poblado.
La integración urbana también contempla elementos de inclusión y sostenibilidad. Se han previsto carriles diferenciados para el tránsito liviano y pesado, lo que reducirá los niveles de congestión y mejorará los tiempos de traslado, tanto para residentes como para visitantes.
Ciudad-aeropuerto: el nuevo rostro del Callao
El avance de este proyecto vial coincide con la transformación del entorno del Jorge Chávez. A solo 60 metros del nuevo terminal ya opera el hotel Wyndham Grand Lima Airport, el primero de cinco estrellas dentro de un aeropuerto sudamericano. El edificio tiene diez pisos, 249 habitaciones, domótica integrada y zonas de descanso pensadas para viajeros internacionales.
Más del 70% de los trabajadores del hotel son chalacos, muchos provenientes de Carmen de la Legua y Ventanilla. María, quien empezó como camarera y hoy es ama de llaves, contó: “Antes teníamos que ir hasta Miraflores para conseguir empleo en hotelería. Este proyecto nos ha dado la oportunidad de trabajar cerca de casa”.
Con este desarrollo se consolida el concepto de Lima Airport City. A futuro, se sumarán un segundo hotel de tres estrellas, oficinas corporativas, centros comerciales, almacenes y servicios aeronáuticos en la alameda peatonal de ingreso. Todo esto forma parte de un ecosistema urbano que busca transformar una zona de paso en un polo de desarrollo económico y logístico
Un cambio que exige cumplir con plazos
La reconexión vial entre el aeropuerto y el puerto será vital para optimizar el tránsito logístico y reducir embotellamientos. La expectativa es que esta infraestructura ofrezca una experiencia de ingreso al país más eficiente, moderna y alineada con estándares internacionales. El Callao, tradicionalmente marginado en inversiones de gran escala, se perfila como un nodo clave en la articulación de transporte nacional e internacional.
Sin embargo, el desafío no está únicamente en el diseño o el financiamiento, sino en la ejecución. Aunque el intercambio vial Santa Rosa ya está adjudicado, todavía debe superar varios hitos para evitar los errores del pasado. Las demoras, sobrecostos y modificaciones a mitad de obra son riesgos que podrían comprometer sus objetivos.
Por ahora, el Jorge Chávez sigue creciendo. Las nuevas edificaciones y el dinamismo en torno al aeropuerto muestran un rostro distinto al que por décadas ofreció abandono, tráfico y desorden. El reto será mantener esa transformación en pie y hacer que la promesa de integración urbana no se quede solo en los planos.
Sin embargo, el desafío no está únicamente en el diseño o el financiamiento, sino en la ejecución. Aunque el intercambio vial Santa Rosa ya está adjudicado, todavía debe superar varios hitos para evitar los errores del pasado. Las demoras, sobrecostos y modificaciones a mitad de obra son riesgos que podrían comprometer sus objetivos.
Por ahora, el Jorge Chávez sigue creciendo. Las nuevas edificaciones y el dinamismo en torno al aeropuerto muestran un rostro distinto al que por décadas ofreció abandono, tráfico y desorden. El reto será mantener esa transformación en pie y hacer que la promesa de integración urbana no se quede solo en los planos.
