Red Bull consiguió su primera victoria de la temporada el pasado domingo en Arabia Saudí. Además de suponer una inyección de moral para todo el equipo, también es un alivio. Los de Milton Keynes comenzaron a desarrollar el monoplaza de 2022 muy tarde, lo que ha tenido un pequeño impacto en el rendimiento en estas primeras carreras.
Max Verstappen sumó sus primeros 25 puntos en el circuito de Yeda tras una intensa batalla contra Charles Leclerc. Así pues, el equipo considera que la segunda cita de la temporada fue un de punto de inflexión, ya que por fin han progresado en el desarrollo.
«Se ve que hay una gran variedad de interpretaciones de las reglas y hemos encontrado una solución creativa que nos da un buen potencial para el resto de la temporada. Esta victoria temprana es fantástica para todo el equipo. Hemos aprendido buenas lecciones. Estoy satisfecho porque probablemente empezamos el desarrollo de este coche más tarde que nuestros rivales«, ha afirmado Horner a la revista Racer.
El principal ‘problema’ de Red Bull es que se centraron en el desarrollo de 2022 muy tarde, pues su enfoque estaba puesto en ganar el campeonato en 2021. Eso les ha pasado factura en este inicio de temporada y, sobre todo, ha obligado a los mecánicos a trabajar sin descanso.
«Todo el equipo en Milton Keynes trabajó increíblemente duro después del esfuerzo en el RB16B el año pasado, la tardanza en este campeonato y la presión para tener este coche a tiempo. Trabajaron increíblemente duro. Este es el resultado que inyecta energía en la fábrica», ha añadido.
Horner ya afirmó que Verstappen había combinado la paciencia con la inteligencia para ganar en Yeda. Ahora, vuelve a destacar que el neerlandés tuvo una visión estratégica, cuidó sus neumáticos y supo esperar el momento adecuado para adelantar a Leclerc.
«Es genial recuperarnos así después de los problemas que tuvimos y qué gran carrera. Fue muy estratégica para Max, sin sacar mucho partido de los neumáticos para asegurarse de que tenía suficiente para atacar al final. Fue una gran carrera entre él y Charles, por suerte tuvo suficiente para aguantar», ha detallado.
«Fue una pelea muy madura por parte de Max. Cuidó los neumáticos y se aseguró de que le quedaran gomas al final. Resolvió las cosas, jugó un poco al gato y al ratón en la línea de DRS, pero descubrió dónde tenía que estar, clavó el adelantamiento y tuvo suficiente para mantener a Charles a raya», ha señalado Horner para cerrar.
