El Gran Premio de Australia ha estado cerca de sufrir un nuevo revés debido a un problema logístico, pero finalmente ha situación se ha salvado de la mejor manera posible y la Fórmula 1 podrá correr en Albert Park por primera vez desde 2019.
Hay que recordar que el último Gran Premio que se celebró en suelo australiano fue el de 2019, ya que en 2020 tuvo que cancelarse a última hora por la pandemia del coronavirus –con los equipos ya allí– y en 2021 tampoco pudo celebrarse.
Después de dos años a la ‘sombra’, por fin el Gran Circo va a correr en el renovado circuito de Albert Park, pero no sin antes tener un susto de última hora, ya que el barco que transportaba el material de los equipos ha tenido un contratiempo.
Dicho barco tenía un viaje de 42 días por delante para llegar a tiempo a Australia, pero primero sufrió un retraso de una semana y después el retraso aumentó otros cuatro días. La invasión de Rusia a Ucrania a finales de febrero no ayudó, claro.
En un momento dado, el material de tres de los equipos de Fórmula 1 estaba ‘estancado’ en Singapur y se llegó a temer por su llegada a tiempo a la ciudad de Melbourne, donde se encuentra el trazado semiurbano de Albert Park.
Pero Paul Fowler, el vicepresidente de logística de automovilismo de DHL, que es socio oficial de la Fórmula 1, tenía la solución. Paul voló desde Luton –Reino Unido– hasta Singapur y agilizó el traslado del material con tres aviones de carga –uno de ellos llegó desde Los Ángeles y otro desde Vietnam–.
La carga tuvo que ser sacada del barco, empaquetada de nuevo y cargada en los tres aviones –dos Boeing 777 y un 767-300– bajo la supervisión de Fowler para que llegasen a tiempo al circuito, pero la buena noticia es que hubo final feliz: ¡El material llegó el lunes!
