Por Elio Galessio
Corrìa el año de 1951 y al principal puerto del Perù; Callao, llegaba importado desde la lejana Repùblica Federal de Alemanìa, un pequeño automòvil que tenia una particular y curiosa forma, la cual se asemejaba a la de un insecto, el Escarabajo.
Ese pequeño automòvil, que llegò hace màs de 70 años a nuestro primer puerto, no tenia un nombre en particular, sin embargo la gente, lo llamaba por la marca que los fabricaba, Volkswagen y con los años se le agregò el nombre de Escarabajo.
Cuenta Don Tomàs Unger que tuvo la ocasiòn de probar junto con un profesor suyo un Escarabajo 1951, que equipaba un motor de 1100 cc. que producia solo 30 HP, sin marchas sincronizadas y con la ventana posterior partido en dos. Con ese pequeño auto viajaron por la carretera central y llegaròn a la selva central., la gente que los vio llegar no creìan que habìan llegado por sus propios medios sino que habìan traìdo el carro en un camiòn.
El pequeño Escarabajo ganò poco a poco la aceptaciòn del pùblico peruano, a pesar que en esa època el mercado estaba dominado por los grandes automoviles estadounidenses, tremendas bolicheras con motores de 6 y 8 cilindros, sedientos de gasolina. El Escarabajo representaba una opciòn econòmica, tanto en consumo de combustible como de mantenimiento, ademàs de una comprobada robustez para las pistas del Perù y una fiabilidad a prueba de balas.
Inclusive a partir de 1967 empearon a ser ensamblados en el Perù, ya que Volkswagen concediò la licencia a una empresa nacional, la Motor Perù S.A. para que pueda armarlos localmente. Para ello, fue construìda sobre la Panamericana Norte, en la zona de Puente Piedra, una planta de emsamblaje, de la cual salieròn aproximadamente 180 mil Escarabajos durante 20 años que funcionò. Las piexas para el montaje llegaban al puerto del callao, ya sea desde Alemanìa o de Brasil y eran llevadas en camiones hasta la planta para su proceso de armado, el cual tambièn incluìa la integraciòn de componentes de fabricaciòn nacional.
En fin, este pequeño Escarabajo que hace màs de 7 dècadas llegò al puerto del Callao, marcò el inicio de una gran aficiòn y hermandad con ese maravilloso automòvil, que persiste a pesar que ya hace muchos años se dejo de fabricar. los «vocheros» son una gran comunidad reflejada, reflejada en muchos clubs, asociaciones y grupos de amigos que los conservan y difunden la cultura VW; y que a este ìcono vehìculo, lo tratan como a un miembro màs de la familia. En Perù, hay una gran variedad de modelos, con su motor enfriado por aire, todos forman parte de la Gran Familia Escarabajo.
