“Conducir de noche –explica Ernesto Nava, director de la Escuela de Conducción del Real Automóvil Club de España (RACE)– es más difícil, porque hay una menor visibilidad”. De hecho, el estudio “Iluminación y Seguridad Vial” publicado por el RACE, y dado “que el 90% de los datos que precisa un conductor se perciben a través de la vista” y que “por la noche el ojo padece un importante déficit de información”, concluye que de noche “la capacidad visual del conductor se reduce al 20% respecto a la conducción diurna, así como la habilidad para percibir distancias y campos de visión”. El colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía recuerda que además esta reducción es “más marcada en las personas mayores de 55 años”.
En la misma línea, el estudio del RACE destaca que “a mayor edad, más importante es aún disponer de un buen sistema de alumbrado en el vehículo” y que “siendo uno de los sistemas de seguridad más importantes es quizás uno de los conjuntos a los que menos atención se les presta en cuanto a mantenimiento y control”.
Falta de visibilidad, deslumbramientos, fatiga y sueño y situaciones como adelantamientos, conducción en vías urbanas o la “hipnosis de la carretera” son algunos de los principales riesgos que encontramos en la conducción nocturna y que, como explica Juan Ignacio Serena, “pueden ser mitigados con la adopción de medidas fáciles de poner en práctica”.
Por ejemplo, cuando se incrementa la velocidad –incluso en pleno día– las imágenes no aparecen tan nítidas: de hecho, se va perdiendo campo de visión (efecto túnel), por lo que, en definitiva, se pierde visibilidad. ¿Cómo solventarlo? “Adecuando la velocidad de tal forma que permita frenar y detener el vehículo dentro del espacio iluminado”, explica Serena (DGT). Algo similar plantea Ernesto Nava (RACE): “A menor campo de visión, menor velocidad. La conducción –y en especial la nocturna– se basa fundamentalmente en la visión. Por ello, en función de lo que el conductor vea, debe establecer una velocidad segura dentro de los límites legales, acoplándola a sus propias capacidades”.
Incluso habiendo comenzado el viaje descansado, el sueño aparece con mayor facilidad entre las 3 y 5 de la madrugada. “Y la única solución es dormir y descansar”, explica Serena. “La noche fatiga más–explica Nava–, porque exige más esfuerzo. Es como cuando quieres estar muy atento, concentrado en algo importante, que al final te notas cansado”, por lo que el director de la Escuela de Conducción del RACE recomienda “descansar cada menos kilómetros; cada hora y media. Y siempre antes si se nota cansancio”. Incluso conducir de noche cuando no se está acostumbrado a ello exige un mayor esfuerzo, con lo que se incrementará la fatiga; y lo mismo ocurre si debemos aumentar la atención por una iluminación deficiente del vehículo.
Un caso especial es la llamada “hipnosis de la carretera” durante la conducción nocturna. Esta sobreviene por la monotonía de los trayectos –largas rectas y trazados muy suaves– y la reducción de la visión que se produce de noche. Para combatirla,“hay que procurar no dejar la vista fija en un punto, sino hacer barridos laterales de forma regular, así como realizar suficientes descansos durante el viaje”, explica Juan Ignacio Serena.
Pero si hay un caso específico de la noche son los deslumbramientos. Al cruzarnos con otros vehículos –en especial si no llevan bien regulados sus faros o no cambian a ‘cortas’– podemos quedar deslumbrados, con la pérdida momentánea de la visión. Según el estudio “La Salud Visual de los conductores españoles y su implicación en la seguridad vial” (2019. Fesvial, Intras, Essilor y Cepsa), “el 32,6% de los conductores indica que es deslumbrado por otro vehículo con mucha o bastante frecuencia”. El problema es que el ‘deslumbrado’ tarda de 3 a 5 segundos en recuperar la visión –según el estudio, “hasta un 44% de los conductores tarda más de 20 segundos en recuperar totalmente la visión central” y un 9% tiene problemas de recuperación total–, con el consiguiente peligro de accidente. Y es que, en 5 segundos a 50 km/h se recorren 70 metros a ciegas.
“En ese caso –aconseja Nava– hay que desviar la vista a la derecha y hacia abajo y guiarse por la señalización horizontal”. Juan Ignacio Serena complementa este consejo: “Intentar dirigir la visión a la zona menos alumbrada de la carretera, disminuyendo, de forma simultánea, la velocidad. Si nos deslumbran a través de los espejos, podemos cambiar la posición de la cabeza o modificar el ángulo de observación del espejo mediante el sistema antideslumbramiento”.
Por esto, es fundamental llevar la altura de las luces bien reguladas y estar atentos a cambiar las luces (de largas a cortas) al ir a cruzarnos con otros vehículos para evitar deslumbrarles. Hay que destacar que los modelos más modernos ya incluyen sistemas no solo de encendido automático de luces –un sensor detecta la baja luminosidad y enciende los faros–, sino de cambio de luces –detecta la presencia de vehículos a cierta distancia y ‘cambia’ a luz de cruce para no deslumbrar–.
“Todo lo que tenga que ver con la iluminación hay que cuidarlo especialmente –explica Ernesto Nava (RACE)–, tanto para ver como para hacerse ver. En este sentido, todas las luces del automóvil deben funcionar correctamente y los cristales de los faros y parabrisas estar razonablemente limpios”.
Además de recordar la limpieza, incluso durante el viaje, y el óptimo funcionamiento del alumbrado del vehículo, Serena (DGT) hace especial hincapié en la altura de las luces, y recomienda “no retrasar el encendido de las luces en horas crepusculares” y “encender el alumbrado cuando circulemos con el sol a la espalda, por estar próximos al amanecer o atardecer”.
Consejos que no debes olvidar para una mayor seguridad en carretera durante la conducción nocturna:
- TODAS LAS LUCES: Compruebe que la iluminación del vehículo funciona correctamente: ninguna luz fundida, ópticas y cristales limpios.
- REGLAJE: Es clave regular bien los retrovisores exteriores e interiores.
- ALTURA: Asegúrese de que la altura de sus faros está bien ajustada para ofrecer una buena visibilidad y evitar molestias al resto de conductores, y sea respetuoso con el resto de conductores al utilizar las luces de cruce y carretera y antinieblas.
- ATARDECER: Encienda el alumbrado de cruce al menos 1 hora antes de la puesta del sol.
- VISIÓN: Controle su vista una vez al año.
- VELOCIDAD: Adapte su velocidad a las condiciones de iluminación de la vía y aumente la distancia de seguridad con el vehículo precedente para tener mayor tiempo de reacción en imprevistos.
- DESCANSO: Viaje descansado. Son aconsejables paradas de descanso cada hora hora y media.
- MEDIDAS: Aumente la frecuencia de vigilancia de los espejos, ventile el habitáculo y trate de escuchar música que no le desconcentre de la conducción: evitará la somnolencia.
- SÍNTOMAS: Ante lagrimeo, fatiga ocular, somnolencia, picor de ojos…, localice un lugar seguro, pare el coche y descanse antes de seguir.
- LIMPIEZA: Uun parabrisas limpio proporciona mejor visibilidad de día, y de noche, evitan reflejos molestos.
- VÍAS ILUMINADAS: Utilice carreteras bien iluminadas y en buen estado para sus desplazamientos nocturnos.
- TRIÁNGULOS: Lleve siempre los triángulos de preseñalización de peligro (o señal V-16) para los casos de avería y los chalecos reflectantes.