La popular ‘Combi’ con nombre de pila Volkswagen T1, se presentó en un restomod que saca su lado más aventurero.
Un ejemplar de Volkswagen T1 de 1962 tiene una interesante historia por contar que hoy se plasma en la restauración de la minivan clásica, que en aquella época fue adaptado como un vehículo capaz de lidiar con las condiciones extremas de Los Alpes austriacos.
La conversión de la Combi en un ‘modelo todoterreno’, se dio a partir de la necesidad de un propietario independiente en Austria de movilizarse adecuadamente en los terrenos alpinos. Diseño y adaptó entonces, varios accesorios exteriores en función de la resistencia.
Una ‘rareza’ que vivió en la década de los años sesenta y para ese entonces fue apodado con el nombre de “Half-track Fox”, comúnmente las personas comenzaron a llamarlo “el autobús de cuatro ejes” ¿Por qué? Es una de sus particularidades más llamativas.
Un Volkswagen T1, mitad ‘oruga’
Andar sobre la nieve no hubiera sido nada fácil para el Volkswagen T1 si no fuera por la idea brillante de su primer dueño. Los dos ejes delanteros del vehículo están equipados de doble hilera de ruedas y en los dos traseros, se adaptaron orugas que se desplazan sobre ruedas de 13 pulgadas.
Además, cuenta con un freno en cada rueda, diferencial de deslizamiento limitado y un radio de giro corto para una respuesta inmediata. Mecánicamente incluye un motor de 1.192 cc y cuatro cilindros con 34 caballos de potencia y una velocidad limitada de 35 km/h.
Con el paso de los años el llamativo “Half-track Fox” tomó su propio rumbo y más de 20 años después fue comprado el Museo Porsche de Gmünd (una pequeña localidad austriaca). Iniciando los años 2000 hubo un intento por restaurarlo, pero el proyecto no se concretó.
Volvieron a pasar dos décadas para tener noticias de la Combi sinigual, hasta 2018 cuando la división de vehículos clásicos de Volkswagen Commercial Vehicles la compró. El restomod se puso nuevamente en marcha y el resultado impecable, mantuvo todos los detalles originales.
