Mercedes-Benz sorprendió en el Salón del Automóvil de Múnich con un adelanto tenue pero revelador de la nueva generación del Clase C eléctrico. A través de una sola imagen, se deja entrever que el sedán adoptará el mismo lenguaje de diseño frontal que su hermano SUV, el GLC EV, mientras refuerza su identidad tecnológica y estética.
El rostro del Clase C EV exhibe una parrilla monumental, ahora con cuatro barras horizontales iluminadas, una más que en el GLC, rodeadas por un marco LED completo, lo que configura una firma lumínica única y fácilmente reconocible. Así mismo, los faros muestran una tira LED superior tipo “ceja” y en el centro aparece la icónica estrella de Mercedes también retroiluminada.
Aunque los detalles interiores permanecen ocultos por el momento, se espera que compartan gran parte de la tecnología ya vista en el GLC EV. Este último utiliza la plataforma MB.EA, una arquitectura totalmente eléctrica que incorpora una batería de 94 kWh, arquitectura de 800 V y capacidad de carga ultrarrápida de hasta 330 kW, que permite añadir aproximadamente 303 km de autonomía en solo 10 minutos. Además, el GLC EV promete una autonomía de hasta 713 km en ciclo WLTP.
Futuro eléctrico
El sedán eléctrico, previsto para debutar en 2026, y posiblemente llegar a EE. UU. en 2027, se espera que herede versiones de motor similares, como una opción de tracción trasera con unos 369 hp y otra de doble motor con 483 hp, emparentadas con las del GLC EV. Se especula incluso que su autonomía podría superar los 800 km gracias a su aerodinámica más refinada.
Este movimiento marca una clara ofensiva de Mercedes para electrificar su línea principal de sedanes: rediseño radical, prestaciones premium y tecnología de vanguardia, todo encaminado a redefinir los sedanes de lujo eléctricos. Así, lo que la marca alemana ha mostrado, aunque sea un simple boceto semioculto, representa un punto de inflexión en el segmento de sedanes eléctricos.
La decisión de utilizar la plataforma MB.EA y replicar las capacidades de autonomía y carga vistas en el GLC EV llena de confianza, pues Mercedes apuesta por entregas rápidas, autonomía extendida y un diseño bastante característico. Si el Clase C EV logra concretar este potencial sin sacrificar el refinamiento interior y la dinámica de conducción, podría convertirse en el referente de su categoría.
