La llegada de Fernando Alonso a Aston Martin lleva consigo una serie de incógnitas que no se resolverán hasta 2023. Lo que está más claro es que su coche de empresa será uno de los más espectaculares del paddock de la Fórmula 1. Repasamos los cinco coches británicos más apetecibles que podría conducir el asturiano.
La noticia de que Fernando Alonso ficha por Aston Martin para 2023 es una sorpresa que pilló a todo el mundo en fuera de juego durante la jornada del lunes, tanto dentro como fuera del paddock. El caso es que el piloto ovetense nuevamente ha dado un giro de 180 grados a su carrera automovilística y el año que viene estará enrolado en las filas del penúltimo equipo de la parrilla esta temporada. Con la promesa de ingenieros de primer nivel, un nuevo túnel del viento, instalaciones a estrenar en Silverstone y mucha inversión de por medio, Lawrence Stroll ofrece al asturiano todas las herramientas que están de su mano para mostrar su competitividad.
Lograr un buen nivel seguro que es lo que haría realmente feliz a Alonso. Pero, si eso no fuera posible, al menos el asturiano se podrá contentar con un coche de empresa que seguro será una de las envidias del paddock. Repasamos cinco de los coches de calle que puede conducir el asturiano desde el año que viene.
ASTON MARTIN DB11 COUPÉ
La lista empieza con uno de los grandes exponentes del lujo británico desde hace décadas y la elección perfecta para no desentonar en el casino de Mónaco, durante el Gran Premio de la próxima temporada. Con un precio de partida de 209.900 euros, este deportivo gran turismo está disponible con dos motores, un V8 de 4.0 litros biturbo con 510 caballos y la joya de la corona; un V12 de 5.2 litros y 608 caballos. Si aún así no tiene suficiente, puede dar el siguiente paso y pedir un Aston Martin DBS Superleggera con la misma mecánica de 12 cilindros pero apretada hasta los 725 caballos y 900 Newton metro.
ASTON MARTIN DB11 VOLANTE
La variante descapotable de nuestro primer protagonista es la elección perfecta si quiere disfrutar de un paseo por una carretera de costa a cielo descubierto. Para acceder a uno es necesario desembolsar un mínimo de 230.000 euros, aunque a cambio el cliente disfrutará de una escultura rodante. Está disponible únicamente con el motor V8 de 4.0 litros biturbo y 510 caballos, que es el mismo que utiliza el Mercedes-AMG GT.
ASTON MARTIN VANTAGE V12
Limitado a 333 unidades, este vehículo es el canto del cisne para las mecánicas sin hibridar de la firma británica. Todo un homenaje y despedida a su icónico V12. Con un precio de salida de 294.247 euros utiliza un V12 de 5.2 litros que, para la ocasión, recibe una dosis de esteroides en forma de dos turbos gemelos con los que consigue 700 caballos y 753 Newton metro de par. Todo un juguete para distraerse en tandas privadas.
ASTON MARTIN DBX
Si ya es una incógnita la carrera deportiva del astro asturiano, más aún lo es su vida personal y sentimental. Sin embargo, en el hipotético caso de que Fernando Alonso y Andrea Schlager decidan tener un retoño, y a falta de espacio para una sillita de las propuestas anteriores, la pareja tiene a su disposición un Aston Martin DBX, el SUV de lujo de la firma británica. A la venta desde 210.000 euros, utiliza el motor V8 de 4.0 litros biturbo con una potencia de 551 caballos y 700 Newton metro de par. A su favor tendrán modularidad y espacio aunque tendrán que renunciar a cierta deportividad… salvo que prefieran el DBX 707, con 707 caballos.
ASTON MARTIN DB5
Desde que se anunció el fichaje de Fernando Alonso por Aston Martin las redes sociales se han inundado de memes con lemas como ‘Nanobond’ o ‘Nano014’. Aunque no está previsto que la próxima cinta de la franquicia del famoso espía británico James Bond, es posible que veamos al piloto asturiano conducir esta joya plateada en algún evento de coches clásicos. Con una potencia de hasta 324 caballos, extraídos de un motor de 4.0 litros y seis cilindros en línea, hacerse con una de estas joyas cuesta como mínimo unos 570.000 euros. Las que se encuentran en un estado óptimo rondan los 950.000 euros mientras que las unidades de concurso, con pocos kilómetros, alcanzan cifras de más de 1,2 millones de euros.
