Seis meses después de su estreno internacional, y de que iniciara ventas en Brasil y Argentina, el Fiat Fastback se presentó oficialmente para el resto de América Latina desde Punta Cana, un hermoso paraíso tropical en República Dominicana, muy apreciado como destino turístico. Allí estuvimos, gracias a una invitación de Stellantis Latam.
Por definición, es un SUV compacto de estilo “Coupé” que, por su carrocería, hace honor a su nombre. En realidad, este tipo de diseño con suave caída de techo se denomina “fastback”. Pero en años recientes, el márketing decidió darle el nombre de “Coupé”, inspirándose en los clásicos autos deportivos de ese tipo.
Llega con argumentos como el gran espacio interior, equipamiento de confort, asistencias avanzadas a la conducción, amplio despeje al piso y un enorme maletero. Ideal para las familias latinoamericanas puede ser, en nuestro concepto, el auto que permita a Fiat repuntar en mercados como el colombiano, donde no es muy fuerte.
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Además de Brasil y Argentina, donde ya está presente, también se comercializará en Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Ecuador, República Dominicana, Bolivia y Colombia. Desarrollado y producido en Betim, Brasil, será una alternativa a modelos como Mazda CX-30 y Toyota Corolla Cross.
Los orígenes del Fiat Fastback se remontan al prototipo con el mismo nombre, presentado en el Salón del Sao Paulo de 2018. La silueta suave y dinámica de aquella propuesta fue de gran gusto entre el público, por lo que el fabricante decidió convertirlo en un vehículo de producción en serie. El resultado, que protagoniza estas líneas, fue el que conocimos en Punta Cana.
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Sin duda, lo más relevante es su silueta, por las razones ya mencionadas, extendiéndose a lo largo de 4,42 metros. Pero también destaca por sus líneas musculadas, su altura al piso (que la marca declara en 19,2 cms pero son cerca de 22 cms reales) y un robusto frontal, similar al del Pulse y rodeado por luces LED completas y diurnas, con el nuevo emblema de la marca.
Dentro del Fiat Fastback, encontramos un ambiente holgado y agradable. Su panel de instrumentos e información es también muy cercano al del Pulse, con una pantalla táctil flotante para operar la multimedia (8,4 y 10,2 pulgadas) y cuadro 100% digital en la versión tope de gama. Los materiales son de plástico suave, con texturas y buen tacto, dando una excelente percepción de calidad.
La posición de manejo es alta, y transmite seguridad en la conducción. Es óptimo el acceso a todos los mandos, por ejemplo el botón rojo del modo Sport, ubicado en el volante como en el Pulse, y los mandos de la climatización automática. El descansabrazos central es muy pequeño, pero ofrece una pequeña guantera. Además, hay cargador inalámbrico de celulares como estándar.
El confort es notable en las cinco plazas, sin que la caída de techo afecte demasiado a los pasajeros de alta estatura que viajen en la segunda fila. Se cuenta con salidas traseras de climatización y, sumando los dos cargadores USB delanteros (uno “A” y uno “C”), se completan cuatro con los dos puertos USB traseros.
