Volkswagen está buscando soluciones a la crisis generada por el conflicto Rusia-Ucrania. Mover su producción es una de ellas.
Las dificultades frente a la situación coyuntural que se vive en Europa Oriental están afectando la fabricación de automóviles. Frente a esto, Volkswagen estaría pensando en llevar su producción a otros continentes como América y China.
Primero el fabricante alemán tuvo que retirarse del mercado ruso donde producía modelos como el VW Polo, Tiguan, Skoda Rapid e importaba kits de ensamblaje de los Audi Q7 y Q8, principalmente por el bloqueo de suministros a Rusia como sanción internacional.
Pero esa no sería la única afectación para Volkswagen en términos de abastecimientos para su producción, pues Rusia y Ucrania son dos de sus principales proveedores de cableado y otros componentes que usa en vehículos electrificados fabricados en Alemania, por ejemplo.
Con obstáculos en la construcción de sus vehículos, Volkswagen está estudiando las soluciones que considera viables para continuar los procesos con normalidad, en lo que sea posible. Sus plantas en Estados Unidos, México y China serían la salvación.
Siendo así, la producción que se desarrolla actualmente en Europa sería llevada a estos centros. Allí se supliría la falta de cableado en sus autos eléctrico y níquel para el uso en baterías que está ralentizando sus operaciones europeas y que se estiman puedan ser a largo plazo.
Algunas de las consecuencias presentadas hasta ahora es que los precios de los vehículos VW aumentaron y se han cancelado los pedidos de modelos híbridos enchufables lo que en consecuencia retrasa las metas de reducción de emisiones.
De ser un hecho su traslado, el fabricante ampliará su producción en Tennessee, Estados Unidos donde ya produce autos eléctrico. Su fábrica ubicada en Puebla, México que es más grande también se considera como una opción para albergar nuevos productos.
En cuanto a China, Volkswagen cuenta con cuatro plantas de autos eléctricos y está asociado con el fabricante local JAC Motors. Sin embargo allí podría correr nuevos riesgos, pues el país asiático está dialogando con Rusia y de involucrarse directamente en el conflicto las sanciones internacionales también pueden llegar.
