Oliver Blume será el nuevo presidente del Grupo Volkswagen a partir del próximo 1 de septiembre, después de que este viernes el gigante alemán haya decidido prescindir de Herbert Diess.
Blume compaginará esta posición con la presidencia de Porsche, que ya ostentaba de antemano. De hecho, desde Volkswagen indican que podría seguir al frente de Porsche incluso tras su salida a bolsa.
Diess llegó a Volkswagen en julio de 2015 procedente de BMW, donde comenzó como jefe de fábrica en 1999 y ascendió hasta ocupar un puesto en la junta directiva.
Herbert había estado en la cuerda floja estos últimos años. De hecho, en diciembre de 2020 llegó a pedir un voto de confianza frustrado por las dificultades para aprobar sus planes de reforma para el Grupo.
La junta de Volkswagen le renovó en el cargo en julio de 2021, en principio hasta octubre de 2025, pero hoy ha trascendido que será apartado del cargo en beneficio de Oliver Blume.
La gestión de Diess ha estado marcada por la crisis del Dieselgate, que explotó a los pocos meses de llegar él al cargo, y también por la puesta en marcha de la transición a la electromovilidad.
Bajo su dirección también ha florecido Cupra, impulsada en un primer momento por la misma Seat y actualmente vista por el Grupo con muchos mejores ojos que el histórico fabricante español de Martorell.
Oliver Blume se unió al Grupo Volkswagen en el año 1994 y desde 2015 es el presidente de la junta directiva de Porsche.
Hans-Dieter Pötsch, el presidente de la junta de supervisión, le ha dado la bienvenida al cargo.
«Oliver Blume ha demostrado sus habilidades estratégicas y operativas en varias posiciones dentro del Grupo Volkswagen y ha gestionado Porsche con gran éxito estos últimos siete años tanto desde el punto de vista económico, tecnológico y cultural».
«Desde el punto de vista de la junta de supervisión, él es ahora mismo la persona apropiada para liderar el Grupo y mejorar el posicionamiento de sus marcas y sus productos, y su concentración en sus clientes».
