El reciente conflicto bélico ha propiciado las marcas de coches cierren filas en torno a Ucrania y contra Rusia para lo que han decidido paralizar sus operaciones como forma de presionar y castigar al gobierno de Vladímir Putin. Las iniciativas también contemplan la donación de fondos para causas humanitarias.
Pocas veces se dan las circunstancias en las cuales gobiernos y fabricantes de automóviles se unen para hacer frente a problemas directos de las personas, pero los últimos acontecimientos, propiciados por el ataque de Rusia han hecho que las marcas de coches cierran filas en torno a Ucrania y se alineen con otras iniciativas de los Estados de la Unión Europea o países como Estados Unidos y Canadá.
SUSPENSIÓN DE ACTIVIDADES
Una de las primeras acciones que han tomado varios fabricantes ha sido la suspensión de actividades tanto en las zonas de conflicto, como en Rusia.
Por ejemplo Toyota afirma que todas las operaciones de venta y posventa en sus 37 puntos de venta de Ucrania finalizaron el 24 de febrero. También cuenta con 168 puntos de venta en Rusia, así como con una planta de fabricación en San Petersburgo, donde se fabrican el Camry y el RAV4 para el mercado local. Según ha informado la marca nipona, la planta cerrará el 4 de marzo, y las importaciones de vehículos también se detienen indefinidamente debido a «interrupciones en la cadena de suministro».
Según Automotive News, Honda detendrá las exportaciones de vehículos y motocicletas a Rusia. Un portavoz aseguró que las operaciones se reanudarán una vez que la situación se normalice.
Mazda también ha dejado de suministrar, de manera temporal, piezas para la fábrica que tienen en Rusia.
Por el lado europeo fabricantes como Volvo, BMW, el Grupo Land Rover Jaguar o Volkswagen han cesado la exportación de vehículos, aludiendo a la complicada situación geopolítica. Una decisión similar es la adoptada por el grupo General Motors.
En el caso de Hyundai la producción en su factoría de San Petersburgo se ha detenido, en principio, durante cinco días; por una escasez de semiconductores. La empresa coreana aseguró al diario Korean Herald que esta decisión no tiene «nada que ver con Rusia y Ucrania». Sin embargo, sí ha detenido las entregas a los concesionarios de Rusia.
Además del cese temporal de operaciones en el país que ha generado el conflicto, algunas marcas han decidido apoyar la causa humanitaria ucraniana a través del envío de dinero a diferentes iniciativas.
La más notable ha sido la donación de 1 millón de euros que Stellantis ha hecho a través de su fundación que ayudará a refugiados y desplazados por la guerra. Incluso el máximo responsable del grupo automovilístico Carlos Tavares ha tenido palabras muy duras respecto a los hechos que se viven actualmente: «Stellantis condena toda violencia y agresión y, en este tiempo de dolor sin precedentes, pone la salud y la seguridad de sus emplead@s ucranian@s en el centro de sus prioridades. Una agresión que ha sacudido un orden mundial ya alterado por la incertidumbre. La comunidad Stellantis compuesta por 170 nacionalidades contempla con consternación la huida de l@s civiles del país. Aunque la magnitud de las consecuencias aún no es evidente, el saldo humano es insoportable».
Stellantis tiene 71 empleados en Ucrania y ha puesto en marcha, desde hace una semana, un apoyo específico los 7 días de la semana, durante las 24 horas del día para que seguir activamente su situación en términos de salud y seguridad desde el comienzo de la crisis.
La misma cantidad de 1 millón de euros es la que destinará Porsche a diferentes iniciativas: 750.000 euros serán para Ayuda a los Refugiados de la ONU a través de ACNUR y con la que el grupo Volkswagen colabora desde 2014. Los 250.000 euros restantes serán para la Fundación Ferry Porsche que apoya a niños y jóvenesy que se coordinará, entre otras, con Aldeas Infantiles SOS.
Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, ha manifestado: «Nos entristece de manera profunda lo que está pasando en Ucrania. Muchas personas que no tienen culpa de nada necesitan ayuda urgente. Por este motivo, hacemos una contribución económica y apoyamos a las organizaciones que ayudan a la población sobre el terreno».
Además, los empleados de Porsche podrán hacer sus propias donaciones a la asociación de Ayuda a los Refugiados de la ONU de una forma coordinada y eficaz mediante un mecanismo puesto en marcha por la compañía.
Por su parte, el máximo responsable de Ford, Jim Farley, anunció en su cuenta de Twitter que la Fundación Ford ha realizado una donación de 100.000 dólares –90.200 euros– al fondo mundial de ayuda a Ucrania, además de confirmar el cese de toda actividad en Rusia hasta nuevo aviso.
INTERESES ENCONTRADOS
En algunos casos, las decisiones de las marcas de adoptar medidas radicales no es tan sencilla, como le sucede a Renault, que es propietaria de AvtoVAZ –Lada–. Aún así, la firma del rombo estudia la posibilidad de suspender e incluso detener por completo la producción de automóviles en Rusia si la situación se hace más complicada.
Según explica Clotilde Delbos, directora financiera de Renault, Avtovaz es una marca muy endeudada, pero con bancos rusos; aunque afectaría de manera notable al grupo. De los 46.000 millones de euros que facturó en 2021 la marca rusa aportó 6.000 millones de euros a la casa francesa.
Sin embargo, no todo es una cuestión de abastecimiento sino de economía en general. Si bien el mercado ruso creció un 4,3 % en 2021, las sanciones económicas más drásticas afectarían inevitablemente a la ciudadanía rusa y las ventas de coches nuevos bajarían. En enero de 2022, la cuota de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi con Lada en el mercado ruso era del 35,5%.
