General Motors ha anunciado que sus coches dejarán de contar con los sistemas Android Auto y Apple CarPlay. Según informan desde la marca, están convencidos de que pueden romper con el uso de estos sistemas, ya que su propio equipo ofrece sobradas prestaciones y hacen innecesario recurrir a terceros, o esa al menos es su convicción.
Hace unos años, pensar en poder manejar el teléfono móvil desde el propio sistema multimedia del coche era cosa de las películas de Hollywood. Es cierto que el manos libres por Bluetooth se ha vuelto un equipamiento imprescindible y más que lógico si pensamos en la seguridad a la hora de conducir, pero la tecnología avanza más rápido que nunca y la integración de los sistemas operativos de los teléfonos móviles es una constante en toda la industria, algo que se ha vuelto una costumbre que los usuarios reclaman más que cualquier otra cosa.
Sin embargo, hay fabricantes que quieren romper con este hábito, como General Motors, ya que afirman poder ofrecer un sistema propio, como poco, igual de convincente y funcional que los ofrecidos por los fabricantes de telefonía. Así, hace poco, el gigante norteamericano anunció que dejaría de ofrecer Apple CarPlay y Android Auto en sus coches eléctricos, aunque mantendrán la compatibilidad para poder usar el manos libres, por ejemplo –una funcionalidad que resulta imprescindible a día de hoy–.
El vicepresidente de sistemas operativos de General Motors, Scott Miller, cree firmemente en que podrán cambiar los hábitos de la gente. Según afirma Miller, las personas son criaturas de hábitos y los hábitos se pueden cambiar, sobre todo si ofreces algo mejor a lo que ya tienen. Tenemos datos de clientes que dicen que cuando el sistema está integrado y simplemente funciona y no tiene que buscar a tientas su teléfono o emparejarlo o hacer otras cosas con él, se sube a su vehículo y todo funciona sin problemas. Te conoce, te reconoce y te lo prepara. Les gustará más eso”, comentó durante una entrevista para The Verge.
La idea principal de este cambio radica en una mejora de la experiencia de conducción de los coches eléctricos del conglomerado industrial estadounidense, pero también hay cosas “ocultas”, como es un mayor control en la recopilación y gestión de los datos generados por sus coches y por supuesto, también hay una mayor posibilidad de aumentar los ingresos mediante suscripciones a servicios que actualmente se pueden obtener gratis mediante el teléfono móvil.
El Porsche Cayenne 2023 es el restyling del SUV alemán, que se renueva para consolidar su condición de buque insignia dentro de la gama de la marca. Disponible con motor de gasolina o como híbrido enchufable con hasta 74 kilómetros de autonomía, también presume de una variante Turbo GT de 659 caballos de potencia que no está disponible en Europa por la normativa de emisiones.
Así, cualquiera que adquiera un eléctrico de General Motors de próxima generación, tendrá acceso a Google Maps o al sistema de control por voz Google Assistant, gratis, pero “solo” durante ocho años, con la posibilidad de realizar llamadas telefónicas sin pagar un extra. No obstante, otros servicios, como Spotify o Audible, requerirán una suscripción. Con los mencionados sistemas, los usuarios tienen acceso a infinidad de aplicaciones presentes en sus teléfonos móviles, ya sean de pago o gratuitas, de las cuales, General Motors no puede obtener beneficio alguno y sobre las que no tiene control.
El caso es que el 80% de los usuarios exigen conectividad con sus teléfonos móviles en sus coches nuevos y tomar una decisión así parece una locura, pero desde General Motors están convencidos de hacer lo correcto, porque su sistema ofrecerá una experiencia mucho mejor a lo que ofrecen Google y Apple. Miller, en particular, cree que la demanda es una señal justa de que los clientes aún buscan una experiencia todavía mejor cuando se suben a sus coches y no ve un punto final, sino una puerta hacia un futuro mejor.
No obstante, señalar que desde la marca no se ha dado una fecha firme para la eliminación de Android Auto y Apple CarPlay e informó que se ha adoptado un enfoque por etapas: los vehículos con motor de combustión seguirán con Apple CarPlay y Android Auto, mientras que los eléctricos prescindirá de dichas conectividades, aunque mantendrán la conectividad Bluetooth.
