Foxbone reinventa la bicicleta tándem

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A pesar de no ser el formato más popular, las bicicletas tipo tándem siempre se han considerado una forma de hacer ejercicio disfrutando de la compañía y compartiendo el esfuerzo. Sin embargo, en el diseño de este tipo de máquinas hay algo que falta, porque parecen totalmente ancladas en unas formas obsoletas y poco adecuadas. En ellas, todo cambia en función de la posición en la que se viaje, porque nada tiene que ver ir delante con ir detrás. Por eso, el diseñador turco Sinan Anayurt ha creado Foxbone, un artilugio que reúne el diseño de varios tipos de bicicletas que se integran para crear una máquina eléctrica funcional y muy agradable de conducir.

Foxbone es por ahora solo un diseño que no puede comprarse en ningún sitio por ahora, aunque probablemente si estuviera a la venta sus existencias llegarían a agotarse. Sinan Anayurt es un diseñador de Estambul, Turquía, cuyas ideas, expuestas en su web de Behance, abarcan una amplia gama de aplicaciones, desde jardineras digitales que pueden cambiar las flores automáticamente dependiendo de quien las mira hasta paneles absorbentes de sonido diseñados para el hogar.

La bicicleta eléctrica Foxbone es, sin embargo, su primera incursión en el mundo del transporte en cualquiera de sus formatos. Con ella participó en el 20º Concurso Internacional de Diseño de Bicicletas en el que recibió el Premio de Plata. En su diseño intervienen diferentes tipologías de bicicletas, mezcladas de tal forma que, inicialmente, cuesta interpretarlas. El resultado es una bicicleta eléctrica tándem en la que los dos ciclistas disfrutan de su manejo.

La parte trasera de este concepto presenta una configuración clásica de bicicleta tipo tándem con un manillar elevado que no está conectado con la dirección y unos pedales que sí se unen a la transmisión. En el caso, al ser una bicicleta eléctrica es en este puesto en el que se incorpora un motor central, situado en el buje del pedalier, que asiste al pedaleo y que es controlado por el ciclista trasero.

El segundo puesto de conducción, el delantero, es el que cambia completamente el concepto de la bicicleta tándem. Está basado en el cuadro que se emplea habitualmente en las bicicletas reclinadas diseñadas para pedalear cómodamente en viajes largos, ya que el ciclista se sienta como si de una tumbona se tratara, con los pedales frente a él en lugar de debajo. En este caso, el manillar se sustituye por dos brazos con los que se mueve la dirección de las dos ruedas delanteras. Los pedales se sitúan al frente de la bicicleta, en este sin motor eléctrico que los asista, pero no es descartable que pudiera implementarse.

Al combinar estos dos estilos tan diferentes de manejar una bicicleta en una sola máquina, el ciclista que va adelante ya no tapa la visión del trasero, y además facilita enormemente la comunicación entre ambos.

Para alimentar el motor eléctrico, la Foxbone debe integrar una batería que se coloca detrás del ciclista delantero, entre las barras del cuadro, de manera que sea fácil de transportar y de extraer para recargarla en cualquier enchufe doméstico. Si bien no se menciona su capacidad, debería ser suficiente para asistir al pedaleo al menos durante 45 kilómetros.

Otro extra que ha querido incluir Anayurt en la Foxbone es un sistema de suspensión exclusivo. Para la rueda trasera incorpora un muelle que amortigua los movimientos del bastidor que la sujeta y que parece directamente arrancada de una bicicleta de montaña. Pero la cosa no se queda ahí, porque en la parte delantera dos amortiguadores horizontales se encargan de minimizar los impactos sobre los brazos articulados que sujetan las ruedas.

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