Las crisis en el mundo entero no paran, y la guerra entre Rusia y Ucrania ha desatado una nueva que pone en jaque a BMW, Porsche y otras.
Cuando ya creíamos estar superando la crisis más dura del último siglo, como lo fue la pandemia, aparece un conflicto bélico entre dos países europeos. Compañías alemanas como BMW, Porsche y Volkswagen, ahora se están enfrentando a un nuevo problema.
Ahora bien, sumado a la crisis de los microchips, que sigue siendo un tema complejo, los fabricantes ya han empezado a lidiar con el desabastecimiento del cableado eléctrico. Esto en virtud de que los insumos para los sistemas de los autos proviene directamente de Ucrania.
Por ejemplo, un automóvil cualquiera, debe por defecto tener las diversas ayudas a la conducción o el tren dinámico, y para esto se requiere de hasta 5 km de cable eléctrico. Sin ese elemento, no hay opción, un vehículo no puede salir al mercado, ¡es vital!
Leoni es uno de los fabricantes de cableado más importantes, pues cuenta con dos plantas en Ucrania, pero hasta el momento no ha podido abastecer a sus clientes. Lo que ha ocasionado que, en el caso de BMW, detengan la producción en las fábricas de Munich y Dingolfing, Alemania.
Sumado a esto y en solidaridad con Ucrania, BMW ha confirmado que suspenderá de forma indeterminada la producción de sus vehículos en la factoría de Kaliningrado, Rusia. Una decisión que les representa millonarias pérdidas, pero ya está tomada.
Porsche también anunció que las operaciones de su planta en Leipzig, Alemania estarán en receso unos días. Teniendo en cuenta que hay retrasos en las entregas de autopartes provenientes de Ucrania y que permiten el desarrollo de modelos como Macan y Panamera.
No podemos negar que la situación empieza a verse compleja y que se avecinan momentos aún más difíciles, pues varias empresas ya han hecho público los problemas de suministro. Cada día es decisivo, y todo dependerá del cese al fuego entre Rusia y Ucrania.
