Apropósito de los 50 años de existencia y creación de las baterías de iones de litio, tenemos un serio problema, y es que en hoy están en crisis. Sí, las baterías de autos eléctricos están en serios problemas, pues la falta de materias primas y la alta demanda tienen por las nubes el precio de las mismas.
El alza ha sido paulatina, de acuerdo a BloombergNEF, desde 2010 se dio el primer aumento, inicialmente por el costo en las materias primas. Y no es que estemos frente a un escenario desconocido, que esto suceda es normal, pero sin duda las crisis mundiales no han favorecido este escenario.
Ahora bien, las baterías de iones de litio son usadas por varios sectores y muy necesarias, no solo en el sector automotriz, por lo que el aumento es generalizado. Según el informe estas subieron de precio a US$151 por kWh, es decir, un 7% más en relación a los valores del año anterior.
El escenario está así, a la fecha China registra los precios más bajos del mercado en sus paquetes de baterías, fabricadas por ellos a US$127/kWh. Sin embargo, para Estados Unidos y Europa es distinto, pues a pesar de que ellos mismos fabrican, las cifras se incrementaron en un 24% y un 33%, por encima del gigante asiático.
Actualmente la pelea se disputa entre las baterías LFP (fosfato de hierro y litio) y las litio, níquel, manganeso y óxido de cobalto (NMC). De acuerdo a Bloomberg las LFP este año fueron un 27% más baratas que la segunda, debido al uso de productos químicos alternativos que disminuyó los costos.
Tenemos claro que el escenario al cierre del 2022 no será nada favorable, y que el cliente final será el más afectado a la hora de comprar un auto eléctrico. Para el 2023 el panorama se mantendría, y los paquetes de batería en un promedio de US$152/kWh, considerando la alta demanda.
De forma paralela también vemos un auge en los diversos sistemas de baterías eléctricas, como alternativas de carga rápida, estaciones y alianzas del sector. Todas apuntan a crear baterías más duraderas y eficaces; mientras tanto algunos analistas prevén que los precios promedio vuelvan a la normalidad en 2024.
