El buque Morning Midas, con 3.000 vehículos, incluidos 70 eléctricos, se hundió en el Pacífico tras un incendio incontrolable. Este carguero zarpó el 26 de mayo desde Yantai, China, con destino a Lázaro Cárdenas, México. Así, su viaje terminó en su total hundimiento el pasado 23 de junio en el Pacífico Norte, a unos 770 km de las islas Aleutianas, Alaska.
De acuerdo con Zodiac Maritime, administradora del buque registrado en Liberia, este transportaba cerca de 3.000 vehículos, incluyendo unos 70 carros eléctricos y 681 híbridos. Como se conoció, el incendio se inició el 3 de junio en la cubierta trasera, donde estaban almacenados los vehículos eléctricos.
En su momento, la Guardia Costera de EE.UU. reportó que “se observó una gran columna de humo proveniente de la popa cargada con autos eléctricos”. La tripulación, 22 personas, intentó combatir el fuego con los sistemas CO2 del buque, pero el combustible cedió y el incendio se reavivó varias veces, provocando la evacuación y rescate sin heridos por el carguero Cosco Hellas.

El hundimiento
El buque, de 183 metros de eslora y construido en 2006, acabó hundiéndose alrededor de las 16:35 hora local en aguas de aproximadamente 5.000 m de profundidad, tras verse afectado por condiciones meteorológicas adversas y la entrada de agua. Dos remolcadores equipados con sistemas de control de contaminación permanecen en la zona, junto a otra embarcación especializada enviada por Zodiac, para prevenir derrames o residuos contaminantes.
Hasta el momento no se ha observado contaminación visible, según el oficial de la Guardia Costera Cameron Snell. Sin embargo, la magnitud de la pérdida, miles de autos de lujo, de carga y vehículos ecológicos, representa un impacto económico significativo y abre debate sobre los riesgos del transporte marítimo de baterías de litio.
Este incidente revive la preocupación internacional tras casos como el Felicity Ace en 2022 y otro siniestro en 2023 en el Mar del Norte, que dejaron víctimas, vehículos perdidos y exigencias de protocolos más seguros. Allianz, compañía de seguros, advirtió, en Washington Post, que “la creciente transportación de baterías de litio representa un peligro creciente para el transporte marítimo”.
Analistas consideran que los incendios en vehículos eléctricos son difíciles de apagar, ya que pueden reavivarse durante días y requieren miles de galones de agua para extinguirse, algo inalcanzable en alta mar. Por lo pronto, las autoridades marítimas, Zodiac y organizaciones como Resolve Marine están activas monitoreando el sitio, en coordinación con protocolos internacionales como SOLAS y MARPOL; buscan evitar impacto ecológico mayor y evaluar medidas a futuro.












