En marzo de 2025, BYD dio un golpe de autoridad en China con el lanzamiento de su estación de carga “flash” ultrarrápida de 1.000 kW, integrada en su plataforma Super e‑Platform. Capaz de aportar 2 km por segundo o 400 km en tan solo cinco minutos, esta tecnología duplicó el pico de potencia del Supercharger V4 de Tesla. La demanda superó las expectativas: originalmente previstas 5.000 unidades, hoy se proyectan 15.000 cargadores para China en el primer año.

Vehículos como el sedan Han L y el SUV Tang L ya están preparados para esta carga, con pruebas que alcanzan 1 MW en solo 10 segundos, llegando de 7 % a 50 % en 4,5 minutos. La clave técnica está en la arquitectura de 1.000 V/1.000 A, permitiendo una carga segura y rápida gracias a un sistema de refrigeración líquida avanzada .
Según Stella Li, vicepresidenta de BYD, Europa está lista para adoptar esta innovación y la compañía ya avanza en su instalación en el Reino Unido. “Estamos trabajando ahora, y empezaremos antes de que termine el año”, afirmó Li en Autocar.

Llegada a Europa
Así mismo, la directiva, en un evento en Bruselas, añadió que esta tecnología será clave para “aumentar la confianza del consumidor en la conducción eléctrica”, al equiparar la experiencia de recarga con la de un repostaje o «tanqueo» clásico.
El despliegue europeo también contempla instalaciones en dealers BYD, alianzas con operadores locales y soluciones de integración energética, como almacenamiento in situ y paneles solares, para evitar saturar la red eléctrica. Es bueno resaltar que el primer carro en suelo británico compatible con esta tecnología será el Denza Z9 GT, que llegará en el primer trimestre de 2026, acompañado de estaciones en concesionarios diseñados para su carga en megavatios.
Beneficios para todos
Y es que el beneficio es doble: no solo se acelera la adopción de modelos premium, como el Z9 GT y futuros eléctricos de la submarca Denza, sino que también se favorece la carga rápida en vehículos compatibles de otras marcas, mejorando autonomía percibida sin inflar baterías. “Nuestros autos pueden soportar toda esa potencia”, dijo Li, “pero las estaciones también funcionarán con otros carros eléctricos; el único problema es que el vehículo determina la potencia”.












