La imposición de aranceles del 25% a vehículos importados por parte de la administración Trump ha desatado un efecto dominó en el mercado automotor. Aunque se otorgó un breve respiro al sector hace unos días, los daños colaterales ya son visibles.
Jonathan Smoke, economista jefe de Cox Automotive, reveló que los inventarios de vehículos nuevos han caído un alarmante 24% interanual, alcanzando solo 61 días de suministro, el nivel más bajo en casi dos años. «Estamos ante una de las caídas más abruptas que hemos visto en años», advirtió.
Las grandes automotrices ya están ajustando sus proyecciones ante este escenario. General Motors estima pérdidas por hasta $5.000 millones de dólares este año debido a los aranceles. Por su parte, Stellantis y Mercedes-Benz retiraron sus pronósticos financieros para 2025. Mientas que Ford se prepara para revelar el impacto en sus resultados trimestrales.

Efecto en Hollywood
Hay que decir que algunas empresas, como GM y Volkswagen, anunciaron que absorberán parte de los costos, pero otras estrategias incluyen la reducción de incentivos y promociones. De hecho, los préstamos con tasas de interés cero han desaparecido casi por completo, marcando su nivel más bajo desde 2019, lo que dificulta aún más la adquisición de vehículos para los consumidores.
El sector del entretenimiento también está en la mira de la política proteccionista de Trump. La propuesta de imponer un arancel del 100% a películas producidas fuera de EE.UU. ha generado un rechazo unánime en Hollywood. «Esta medida no tiene ningún sentido», criticaron ejecutivos de la industria, argumentando que el cine es un negocio global que depende de colaboraciones internacionales.
Es de anotar que el temor a los aranceles ha llevado a compradores a tomar decisiones apresuradas. David Avetisyan, un banquero de California, había encargado un Porsche 911 Cabriolet blanco con interior rojo directamente desde Alemania, pero al enterarse del posible incremento de USD$40.000 por los aranceles, optó por un modelo negro disponible en inventario local. «Nos habíamos enamorado de ese auto, pero no estaba dispuesto a pagar 40.000 adicionales por los aranceles«, confesó Avetisyan.