Viendo esta moto de presencia intimidante se podría pensar que Harley-Davidson ya no es lo que era. Pero el caso es que el modelo más deportivo de la firma de Milwaukee, según sus mismos creadores, busca un nuevo tipo de cliente sin olvidarse de la esencia de la mítica marca americana. Y es que la competencia es muy dura y hay reinventarse con productos que marquen diferencias para seguir con garantías en el mercado.
En cualquier caso, la FXDR 114 que nos ocupa es una moto difícil de clasificar, que encarna la deportividad, pero muy a la americana, y que con su radical aspecto no deja indiferente a nadie. Porque esta Harley, aparecida en 2019 y ahora convenientemente actualizada, es exagerada de principio a fin. Todo es desmesurado en su concepción y, probablemente, ese sea su principal atractivo.
Tiene una longitud inusual que llega, casi, a los 2,5 metros y una altura mínima. La parte delantera, con un faro LED muy compacto, se prolonga a través de una larga horquilla invertida y una rueda con llanta de 19 pulgadas. El depósito de forma alargada tiene continuidad en un estilizado sillín de impecable diseño, apto para un solo ocupante.
Su diseño obliga a conducir con el cuerpo hacia adelante, inclinado; si mides más de 1,7 metros, no hay problema
Con todo, es toda la parte trasera la que más admiración provoca. La que concentra, de alguna manera, la fuerte personalidad de la moto. De este modo, el asiento monoplaza continua en una elegante pieza, que forma parte de la carrocería, que cubre la mitad de la descomunal rueda trasera de 240 mm de anchura. La impresionante rueda, eso sí, va cubierta por el porta matrícula que va sujeto al basculante.
Con los estribos muy adelantados, y bastante altos, el manillar es muy plano y está en una posición también bastante baja. Esto obliga a conducir con el cuerpo hacia adelante, inclinado. Si mides más de 1,7 metros, no hay problema.
