La historia de Zhang Xue es la clásica del motociclista convertido en leyenda. Este mecánico-piloto alcanzó notoriedad tras construir una moto 450 cc monocilíndrica, desde cero, para competir en el Rally Dakar 2022 y lograr que su equipo llegara al top 50.
Ese logro no solo inspiró respeto, sino que lo lanzó desde los corrillos del Dakar directo a la industria chopper. Habiendo dejado Kove Moto, una marca en la que fue pieza clave, Xue fundó su propio sello: Zhang Xue Motorcycles, con el sueño ambicioso de diseñar y fabricar motos capaces de emocionar y atravesar fronteras.
Su primera creación rompió expectativas. Presentado en la China Motorcycle Expo 2024 y con planes visibles en EICMA, el modelo es un prototipo deportivo o naked rematado con una cúpula estilizada y alimentado por un motor tricilíndrico en línea de 800 cc, con 136 HP. Nada común en motos chinas de primera generación. Su lema, “Extreme Passion”, lo dice todo, revelando pasión, audacia y tecnología reunida en un solo diseño.
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La visión de la marca no se limita ahí. Pues a la par del modelo deportivo, Zhang Xue prepara una trail todoterreno, aún envuelta en secretismo, que también apunta a llegar a Europa. Con estas dos apuestas radicales desde el inicio, busca dar un golpe técnico y emocional en un segmento dominado tradicionalmente por narrativas de motos chinas “económicas”.
Hay que anotar que China ya no se limita a imitar, sino que lidera. Por ejemplo, CFMoto ha patentado suspensiones que adaptan su dureza mediante IA, mientras QJMotor trabaja en motores “bicilíndricos fantasma”: aparentes V2 donde solo uno de los cilindros funciona realmente. Este ambiente de innovación ha creado la fusión ideal para que emprendimientos como el de Zhang Xue florezcan.
