Se ha rumoreado este fin de semana que Red Bull le había planteado un ultimátum a Checo Pérez, viendo el rendimiento que ha ofrecido en las últimas citas. De hecho, la publicación alemana ‘Auto Motor und Sport’ señala que si el mexicano no logra reaccionar en estas tres carreras antes del parón de las vacaciones de verano (Silverstone, Hungría y Spa) podrían sustituirle por Daniel Ricciardo.
Parece que toda la historia ha venido filtrada por el propio australiano, que se ve fuera de RB para 2025, por Lawson o por Hadjar y que pretende buscar un golpe de efecto.
En ningún caso se están planteando desde Red Bull un cambio para Checo, renovado hace tres cuatro semanas por dos años más. Y esto es así por el lado de Christian Horner, valedor del piloto de Jalisco, ni por el de Helmut Marko.
A ninguna de las facciones le interesa, ni deportivamente, ni economicamente. Es más sostiene desde dentro del equipo, que con el actual RB20, tan crítico de conducir como es y con el que Verstappen está teniendo dificultades para ganar, ningún otro piloto que fuera Checo en cuantoa los de nivel medio, le sacaría un rendimiento mejor que el que obtiene Pérez ahora, más bien al contrario.
Un desarrollo parado
Para el equipo austriaco, el año está siendo mas complicado de lo que esperaban. Cuando salieron de China, todo parecía decidido, pero en Miami, con la evolución de McLaren y el progreso que han hecho, la situación quizá dio un giro que no esperaban.
Pero es que en Milton Keynes, viendo la superioridad del inicio del año, decidieron parar la evolución del RB20 y empezar a fabricar el RB21 de 2025, con el presupuesto que quedaba para evoluciones en 2024. Y parece que con 81 puntos de ventaja para Max a falta de 13 pruebas por disputarse, les daría de sobra para ser campeones de nuevo, aunque sufra algo mas de la cuenta para conseguirlo. El de Constructores es otro asunto, pero evidentemente no le dan tanta importancia.
Checo no corre peligro y el coche es difícil al extremo y lo saben de sobra. No hay ultimátum y la unica salida posible sería la de Verstappen a final de año, pero tampoco parece probable, al menos hasta 2026. En Red Bull está todo más atado de lo que se ha podido creer por la guerra interna de principios de año. Y el resto es un poco de ruido.