La planificación de la sucesión pone en aprietos a muchos empresarios. Los capitanes de las industrias, al igual que los políticos y los monarcas, se ven a sí mismos como insustituibles y, de hecho, consideran a sus sucesores potenciales como amenazas a su dominio eterno.
Durante muchos años en la Fórmula 1, cualquiera que fuera identificado por los medios de comunicación como «el próximo Bernie Ecclestone» debía agachar inmediatamente la cabeza.
El Dr. Helmut Marko ha ocupado durante mucho tiempo un espacio separado, aunque relacionado, en el firmamento de la F1. Contemporáneo y amigo de Jochen Rindt, el único campeón póstumo de F1, al que Ecclestone dirigió, Marko en otra vida podría haber desempeñado un papel en el equipo que Ecclestone y Rindt planeaban formar cuando Jochen pusiera fin a su carrera como piloto.
Marko fue un piloto de carreras muy capaz en su época, habiendo perfeccionado sus habilidades de joven junto a Rindt al volante de un VW Escarabajo con el que recorrían las carreteras de montaña de su Estiria natal. Aunque sus logros en la F1 fueron modestos, limitados por los coches que tuvo y la lesión ocular que lo obligó a retirarse en 1972, en los coches deportivos demostró una valentía y una delicadeza extraordinarias, marcando las vueltas rápidas en la Targa Florio y ganando Le Mans con el rápido -pero huidizo y peligroso- Porsche 917.
Más tarde se hizo amigo de Dietrich Mateschitz, magnate de Red Bull, y no es de extrañar que acabara siendo el principal cazatalentos de Red Bull. La ciencia de datos estaba en pañales en la época de Rindt, pero Marko, armado con un montón de datos de telemetría y su larga experiencia en lo que se necesitaba para triunfar en el automovilismo, sabía lo que era la grandeza.
Muchos aspirantes a pilotos disfrutaron del respaldo de Red Bull, pero no todos pudieron resistir la luz de las expectativas de Marko. Uno de ellos fue Sebastian Vettel, ahora retirado y tetracampeón del mundo, pero que cada vez parece tener más tiempo libre.
Marko está entre los ansiosos por ocuparlo, habiendo declarado a Sky Alemania la semana pasada que Vettel «sería el candidato ideal» para sucederlo cuando se retire. «Creo que Sebastian se ha encontrado a sí mismo», dijo. «Sabe lo que quiere hacer en el futuro y eso es, ante todo, el automovilismo».
Sebastian Vettel, Red Bull Racing con Christian Horner, director del equipo Red Bull Racing y el Dr. Helmut Marko, asesor de Red Bull Motorsport.
Foto: Sutton Images
A sus 81 años, Marko se ha convertido en una figura cada vez más conflictiva en el paddock de la F1; ha llevado muy mal las muertes de sus amigos Mateschitz y Niki Lauda. También ha habido rencor durante el cambio de régimen en Red Bull después de que su guía sucumbiera al cáncer en 2022.
El papel de Marko como «asesor de pilotos» abarcaba el uso de muchos sombreros; era el todopoderoso ministro sin cartera de Mateschitz, una presencia omnipresente que nunca sentó bien al jefe de la parte británica del equipo , Christian Horner. Un alto al fuego ha prevalecido desde la agitación a principios del año pasado – en gran parte debido a que el activo más valioso de Red Bull, Max Verstappen, dejó explícitamente claro que si Marko se iba, él le seguiría tan pronto como fuera contractualmente posible.
Por lo tanto, no es de extrañar que Helmut encuentre la política, junto con las exigencias de los viajes, bastante desgastante a su edad.
El propio Vettel se encuentra en una etapa diferente de su vida. Tras retirarse a finales de 2022, a los 35 años, para pasar más tiempo con su joven familia, pronto se vio en la necesidad de hacer otras cosas.
Se ha implicado en numerosos proyectos medioambientales y educativos, pero en los últimos 18 meses ha vuelto a inclinarse por el automovilismo, a pesar de tacharlo de desastre ecológico cuando se retiró. Vettel ha superado incluso su antigua aversión a Arabia Saudita y todas sus obras, y recientemente se ha comprometido a apoyar un programa que anima a las mujeres jóvenes a participar en el karting en ese país.
Aunque su regreso a Le Mans nunca llegó a producirse, Vettel ha ido adquiriendo una serie de coches históricos, entre ellos un Williams FW14B ex-Nigel Mansell y un McLaren MP4/8, conduciendo ambos con combustible sostenible. Aunque se retiró siendo un hombre rico, no se puede gastar y tener, y algunos de sus recientes trabajos de divulgación, en particular las apariciones en Arabia Saudita, sugieren que ahora busca ganar dinero.
Que Vettel ocupe el puesto de Marko sin duda le vendría bien a Horner, que aún mantiene una buena relación con el alemán. Pero, ¿cómo sería un programa de jóvenes pilotos de Red Bull dirigido por Seb?
Dr Helmut Marko, Consultor de Red Bull Motorsport, Sebastian Vettel, Red Bull Racing
Foto de: Patrik Lundin / Motorsport Images
Posiblemente más suave que el régimen actual. Marko sigue siendo famoso por su falta de paciencia con la ineptitud, como lo demuestra la lista de bajas de jóvenes pilotos – lo suficientemente larga para los que llegaron a la F1, más larga aún para los que nunca llegaron tan lejos.
Se cuentan muchas historias de pilotos que ganan una carrera para que Marko les llame la atención después, les muestre los datos y les señale una curva concreta en la que cometieron un error que les hizo perder tiempo. Vettel, el apicultor y salvador de los árboles, podría ser más delicado.
Pero no tanto. Porque él también sabe lo que es la grandeza y cómo hay que ganarse el éxito. En una aparición en los Autosport Awards hace muchos años, bastante desmejorado por la bebida gratis, hay que decir, Vettel realizó lo que equivalía a un giro cómico en el escenario imitando a la perfección a Marko y al entonces presidente de la FIA Jean Todt.
También contó una anécdota sobre un tercer puesto en una carrera, en la que Marko le hizo una proverbial llave en la cabeza y le dijo que habría ganado si no hubiera hecho un desastre en la clasificación. Las palabras utilizadas eran más bien anglosajonas.
«Nunca ha sido tímido a la hora de echarme la bronca», dijo Vettel, «y probablemente nunca lo será».
Si Vettel quiere encontrar al próximo Max Verstappen, o incluso al próximo Sebastian Vettel, este es el tipo de perfeccionismo de arriba a abajo que tendrá que encarnar.
