En la ciudad de Chongqing, conocida como China’s “8D magic city” por su arquitectura vertical y trenes que atraviesan edificios, se presentó el primer monorriel temático de panda, un tren elevado de tipo straddle con decoración blanca y negra que recrea el rostro del emblemático oso gigante.
Más que un vehículo de transporte, el monorriel busca convertirse en atractivo turístico y símbolo cultural, realzando la relación de Chongqing con este icónico animal. Así, el exterior del tren presenta un diseño minimalista: líneas negras perfilan una cabeza de panda risueña, mientras las fachadas laterales exhiben ilustraciones continuas del animal.
En el techo, se observan grandes ventanales, así como una claraboya que permite a los pasajeros contemplar el paisaje escarpado y las estructuras icónicas de la ciudad. Su interior es todo un «universo panda», pues sus asientos de cuero son en forma de osos, agarraderas con cabezas de panda, vitrinas de recuerdos y una figura de peluche de 1,5 m que funciona como spot fotográfico central.

Tecnología eficiente
El tren incorpora tecnología avanzada como iluminación inteligente, vidrios inteligentes regulables, carga inalámbrica, ayudas auditivas magnéticas y climatización por frecuencia variable para mejorar la eficiencia energética. También cuenta con motores de tracción de imán permanente, logrando un balance entre consumo reducido y confort en el viaje.
Además, se integra a la plataforma monorriel de última generación de Chongqing, que acumula 20 años de datos operativos para monitoreo, personalización según la capacidad de línea y creación de un “gemelo digital” o digital twin, facilitando la gestión del tren desde su producción hasta su operación diaria.
Diseñado tanto para desplazamientos urbanos regulares como para trayectos en zonas turísticas o terminales aeroportuarias, el monorriel equilibra estética, funcionalidad y adaptabilidad urbana.
Es bueno recordar que Chongqing es famosa por su geografía retadora y soluciones arquitectónicas extraordinarias. En esta metrópoli de más de 32 millones de habitantes, los trenes pasan literalmente dentro de edificios, mientras que puentes colgantes y calles escalonadas desafían la lógica convencional de planificación urbana. El nuevo monorriel tematizado refuerza ese carácter especial, añadiendo cultura y tecnología a una infraestructura ya de por sí icónica.












