El ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), César Sandoval, ha proyectado que la puesta en marcha del esperado tren Lima–Chosica tardará más de dos años. Esta estimación se dio a conocer tras culminar la quinta y última mesa técnica para la implementación del proyecto ferroviario, un paso crucial en la hoja de ruta de la infraestructura.
La complejidad del proyecto, que abarca desde la elaboración del expediente técnico hasta la instalación de infraestructura, justifica la extensión del plazo previsto. En declaraciones a la prensa, Sandoval explicó que es indispensable la elaboración de un expediente técnico exhaustivo que permitirá determinar el costo total de la operación.

Este documento incluirá detalles esenciales como la instalación de señalización y la construcción de al menos once estaciones a lo largo del recorrido. «Se puede trabajar la adenda con la concesionaria ferroviaria, pero esto puede tomar un poco más de dos años», precisó el ministro, subrayando la magnitud de los trabajos pendientes.
Además de los aspectos técnicos, Sandoval puntualizó que existe una propuesta presentada por la empresa Luz Ambar. Esta propuesta, que debe ser evaluada «más allá de tiempos y formas», sugiere que el servicio de operaciones del tren pueda ser gestionado mediante una Asociación Público-Privada (APP), lo cual se incluiría en la propuesta final del proyecto. Esta modalidad busca asegurar la sostenibilidad y eficiencia del servicio a largo plazo, optimizando la inversión y gestión.
Titular del MTC anuncia denuncia contra López Aliaga
En un giro inesperado, el ministro de Transportes y Comunicaciones también informó que denunciará por tráfico de influencias al alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, y a congresistas de Renovación Popular. Esta acción surge luego de que la bancada celeste presentara una moción de interpelación en su contra, acusándolo de una «conducta obstruccionista» respecto a los trenes donados a la Municipalidad de Lima. La situación evidencia una fuerte polarización política en torno al proyecto.
Sandoval manifestó públicamente su indignación, declarando: «Quiero denunciar públicamente que los parlamentarios son funcionarios públicos. El alcalde de Lima es funcionario público. Y los tres han salido en diferentes momentos a exigir al ministro de Transportes y Comunicaciones que lo van a denunciar penalmente si es que no firmo la adenda en diez días a un privado».

Añadió que, para quienes conocen la administración pública, «eso es tráfico de influencia. Yo ya corrí, traslado eso al Ministerio Público». Consultado por la propuesta de citación a la Comisión de Fiscalización, impulsada por parlamentarios de Renovación Popular, Sandoval replicó que quien debería ser convocado es el propio alcalde capitalino.
El ministro cuestionó: «¿Quién ha traído los trenes con estos cuestionamientos? ¿Quién está tratando de solucionar el problema? ¿El que está tratando de solucionar el problema de infraestructura debe irse a la Comisión de Fiscalización?». Concluyó con un tono de ironía: «¿Y el que ha traído los trenes, y hay una serie de cuestionamientos, además se retira de la mesa y lo lleva al campo político porque tiene aspiraciones presidenciales, no? El mundo al revés».
Finalmente, es importante mencionar que a esta mesa técnica final, destinada a concretar avances sobre el proyecto del tren Lima–Chosica, no asistieron representantes de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Esta ausencia destaca la falta de consenso y diálogo entre las partes clave, añadiendo un elemento de incertidumbre a la ya compleja situación política y técnica que rodea la implementación de esta importante obra de infraestructura para la capital.












