El papa Francisco declaró santo a monseñor Óscar Romero, sacerdote de El Salvador asesinado en 1980 por un francotirador que le disparó cuando oficiaba una misa.
La historia de Romero fue llevada a la música por el cantante panameño Rubén Blades. La canción se tituló ‘El padre Antonio y el monaguillo Andrés’, y recreó el asesinato de un religioso español llamado Antonio Tejeira que utilizó su influencia para denunciar el abandono estatal en un pueblo anónimo de Latinoamérica.
Al igual que Óscar Romero, el padre Antonio fue asesinado en medio de una misa junto a su monaguillo llamado Andrés, un niño pobre por quien el religioso sentía un cariño especial.
La pluma magistral del panameño Rubén Blades llevó a la salsa la trágica historia del padre salvadoreño Óscar Arnulfo Romero.
En su composición, Rubén Blades hace un relato de un padre español (Antonio Tejeira) “que no funcionaba en el Vaticano” y que llegó a un pueblito para “dar su sermón” para los que busquen la salvación.
En la canción el artista panameño narra los últimos momentos del padre Antonio y el monaguillo Andrés. Fue la tarde del domingo 24 de marzo cuando “en medio de un padre nuestro entró el matador y sin confesar su culpa le disparó”.
“Antonio cayó, ostia en mano y sin saber por qué, Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez, estaba el Cristo de palo clavado a la pared”, relata Blades en la canción grabada con Los Seis del Solar en la producción *“Buscando América» *
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